Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
4
Thriller. Drama. Comedia Abandonado a los 12 años, Ricky (Mario Casas) ha sobrevivido en la calle junto a prostitutas, chulos y yonkis. Ahora, con 23 años y ante la inminente salida de la cárcel de su madre, Pura (Ángela Molina), Ricky decide poner en marcha un club de alterne, el Hiroshima Club. Un puticlub como regalo, donde ella pueda ser la regente y dejar su pasado como prostituta. Ricky se enfrenta al pasado de una madre que le dejó tirado años atrás, ... [+]
19 de julio de 2016
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paco Cabezas apuesta por un mezcla de comedia negra un poco guarra, thriller y drama, con un aire desenfadado al modo de Quentin Tarantino o, mejor aún, Guy Ritchie, aunque sin renunciar del todo a una serie de clichés ibéricos tirando a cutres, como es el caso del travestido, o sociales, con la inmigrante negra. En cualquier caso, tiene algunos diálogos simpáticos y una trama que se sostiene, aunque tarda demasiado en concretarse, pero donde termina de fallar es en la propia idea central: el tráfico de mujeres para fines sexuales es demasiado serio como para solventarlo a base de chanzas. De hecho, hay más de una situación incómoda tratada de un modo tan ligero que no sabes si indignarte o ignorarla. Tampoco ayuda que los "buenos" sean unos proxenetas de esos que explotan de todas las formas posibles a unas muchachas obligadas a la prostitución.

Aunque no todo es malo en "Carne de neón". Por ejemplo, aparece Blanca Suárez, muy guapa y muy sexy, efectivamente el pelo cuanto más negro lo lleve, mejor le queda. Pero, por desgracia sale muy poquito y en un papel, el de la joven Verónica, que es descrita en los carteles promocionales como "Verónica es un putón", así que ya ves qué gracia. Por otro lado, hay una señora, Agatha Fresco, de atractivo muy reducido pero que tiene una escena directamente porno totalmente hot y no sólo porque lleve unas botas altas blancas de látex. Claro que si tengo permiso para ser vicioso, yo hubiera obligado, pistola en mano, al director y guionista, que es el mismo, a que su papel tuviera más peso pero que lo interpretara Blanca Suárez. Si la veo con esas botas haciendo de chica ángel y en esa escena, menuda fantasía sexual, me da algo por una excitación excesiva.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow