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Voto de Reaccionario:
6
Fantástico. Romance. Thriller Edward Cullen (Robert Pattinson) decide abandonar a Bella Swan (Kristen Stewart) para mantenerla alejada de los peligros del mundo vampírico. Con la ayuda de Jacob Black (Taylor Lautner), su amigo de la infancia y miembro de la misteriosa tribu quileute, Bella intentará superar el abandono de Edward, que la ha dejado sumida en el mayor de los desconsuelos. Pero los peligros siguen acechando a la joven; nuevas y asombrosas criaturas ... [+]
19 de noviembre de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claro que la culpa de que le acechen todos los monstruos del imaginario colectivo no es suya sino de ese pueblo de Washington en el que les ha dado residir a estos seres. Si en la anterior entrega se les tenía que ver con los vampiros, ahora conocerá a los hombres lobos. Viendo que hay una tercera y cuarta película, me atrevería a decir que en ellas saldrán La Momia y Frankestein, completando el elenco de seres sobrenaturales más conocidos. Bromas aparte, "Luna nueva" sigue la tónica de la saga Crepúsculo, si bien es algo más oscura que la anterior. El éxito y la gracia de un trabajo como este ya le he comentado en mi anterior crítica y lo que hace aquí Chris Weitz es repetir la misma receta. Sin embargo, si en la original se incide en la felicidad del enamoramiento, ahora le toca el turno al dolor por la ruptura. En este sentido la presencia de una Bella más triste y depresiva que nunca consigue tocarte la fibra sensible.

La historia, como todas las de Crepúsculo, no es que sea gran cosa. A sus seguidores les encantará y sus detractores la odiarán. Yo como me encuentro en un punto equidistante, la valoro en su justa medida. Ciertamente es bastante tonta pero no obstante tiene cierto encanto. Este juego a tres bandas que se establece entre Edward, Jacob y Bella tiene su aquel, especialmente porque a un servidor siempre le ha gustado más Jacob (Taylor Lautner) que el vampiro. Con Jacob, mucho más vital y alegre, hasta se ríe y bromea mientras que Edward, tan triste como ella, no deja de ser una mala influencia, arrastrando a Bella a una especie de melancolía permanente. Además, lo peor es que despierta en ella el deseo de ser una vampira. Como sigue sin convencerme ni mucho menos este paso a no-muerto, los intentos amorosos de Taylor son mucho más que eso pues esconden el deseo de salvar a la propia Bella de la atracción vampírica y hasta de ella misma.
Reaccionario
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