La combinación de nazismo, años 30 y colonialismo se antoja apetitosa pero para desgracia de Caroline Link su "En un lugar de África" pronto se hace irrelevante. No sé de qué va, bueno de la vida de una familia judía en Kenya pero detrás del exotismo importado de "Memorias de África" (1985) no hay prácticamente historia. Algo de amor mezclado con desinterés entre los padres y otro tanto de amistad de la niña, que es muy mona cuando es pequeña, con los nativos, especialmente el cocinero. Poca cosa para haber recibido el Oscar al mejor trabajo en lengua extranjera.

La película es la adaptación de la novela autobiográfica de Stefanie Zweig, por cierto, no confundir con el famoso escritor austriaco Stefan Zweig, con el que no comparte ningún tipo de parentesco, aparecida en 1998. El principio es algo confuso y el resto, bastante aburrido. Por si fuera poco, la propuesta colonial pretende ser realista, o sea, escasamente glamurosa, por no decir nada, aunque también puede ser que la moda, o más bien la atmósfera de los 30 y 40 no tenga el gancho de la que la precede en 20-30 años. O es la visión de la directora la que carece de romanticismo y encanto.