La presente película se delata a sí misma como una de serie B al elegir como equipo británico al que homenajear, al West Ham, que es más bien flojito dentro del emergente fútbol inglés, más por el dinero que por el talento. Sin ir más lejos, la última vez que el equipo de los Hammers quedó entre los cuatro primeros de la liga, en lo que era la antigua zona UEFA, fue en la temporada... 1985-1986, cuando terminó tercero. Si el partido en el que se lía todo fuera uno del Arsenal, del Chelsea, del Manchester United, del City o del Liverpool, pues entonces tendría otro aire como de más caché. Además, el encuentro en sí se le ve bastante chapuza. No cuela como semifinales de nada.

Aclarado el aspecto deportivo, tenemos una cinta que como alguien dice por aquí es una copia de la saga de "Jungla de Cristal" (1988 al 2007) más "Muerte súbita" (1995). El nivel de tópicos y clichés ya vistos es torrencial e incluso Scott Mann no se corta de plagiar directamente alguna que otra escena, como la del ascensor. Entretenida sí es, no lo niego, pero también con algunos gazapos y escenas mal rodadas porque no hay forma de que algo pase así. Con todo, lo que más me molesta es el toque puritano-deprimente-feminista del cine de acción actual, con hombres de lo más quemados, pacatos e insípidos, y con hembras petardas que son las rivales más duras.