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Voto de Reaccionario:
3
Acción. Fantástico. Terror Abraham Lincoln, además de ser Presidente de los Estados Unidos, también fue un cazador de vampiros tras enterarse de que su madre murió asesinada a garras de una de esas criaturas sobrenaturales, dando pie así a una visión fresca y visceral de las sangrientas tradiciones vampíricas, imaginando a Lincoln como el más grande cazador de no-muertos de la Historia. (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera señal negativa llega con el propio título. ¿Qué fricada es esta de hacer de un presidente de los Estados Unidos un justiciero de la noche contra los no-muertos? No obstante, sale Mary Elizabeth Winstead. La segunda, con el aspecto de cómic juvenil, si bien se basa en una novela de Seth Grahame-Smith, pero sigue saliendo Mary Elizabeth Winstead. Por último, la puntilla llega con Timur Bekmambetov, el director de entre otras, la aberrante "Wanted" (2008), mas tiene el acierto de contar con Mary Elizabeth Winstead. La conclusión es que por mucho delirio que haya, el factor "María Isabel" me decanta para verla con muchas ganas. Dicho esto, la película es más que mala, estúpida. El tratamiento vampírico es alocado, aquí cada uno se inventa las reglas que le viene en gana pese a que al final Timur prescinda de las mismas, pero peor aún es la acción, exagerada, pretenciosa y más cercana a "Kung Fu Panda" (2008) que a una cinta de aventuras o terror. Mi único consuelo es que efectivamente sale Mary Elizabeth Winstead, aunque no demasiado y a veces envejecida, bastante guapa pese a que la moda de los 30 (1830) es feísima. Muchísimo mejor el look de la vampira, con esas botas de finales del XIX inicios del XX. Vamos, que si Mary Elizabeth hace de mala me daba algo.

De todos modos, mi consejo o petición pública es que se podría hacer una versión española, en plan paródico-satírico. Por ejemplo, "José María Aznar, cazador de vampiros", o si lo preferís zombis, hombres-lobo o el monstruo que prefiramos, ejerciendo como tales socialistas, manifestantes, sindicalistas, nacionalistas, ecologistas, pacifistas y demás gentes de la oposición. Por lo demás, además de coincidir en la apreciación sobre Lincoln de su amigo negro, "él es demasiado feo para tener una mujer como usted", entiéndase que es la Winstead, no puedo estar más de acuerdo con la afirmación final del propio Abraham Lincoln (Benjamin Walker) cuando dice que la historia es sólo una fracción de la realidad. El resto, trolas como las que nos cuentan aquí. Así descubrimos, según Timur Bekmambetov, que fueron los vampiros los que mataron a los indios, no los norteamericanos; que los europeos trajimos nuestros esclavos, no los norteamericanos; o que los sudistas estaban dirigidos por o directamente eran muertos vivientes, pero no norteamericanos. Es decir, que los americanos son inocentes de todo. Claro que la mentira mayor versa sobre el propio Abraham Lincoln, personaje al que se la hace la pelota de un modo obsceno, pero del que otro día os relataré su lado más oscuro.
Reaccionario
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