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4
Romance. Comedia. Fantástico Tim Lake (Domhnall Gleeson) es un joven de 21 años que descubre que puede viajar en el tiempo. Su padre (Bill Nighy) le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de regresar en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto". Así pues, Tim decide volver al pasado para intentar conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2015
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podemos tomar un hecho extraordinario como un punto de partida, casi una licencia de guión para desarrollar una trama. Por ejemplo, enlazando con mi crítica anterior, en "Dos por el precio de una" (1995) se parte de la idea de que hay dos niñas idénticas, las gemelas Olsen, pero que no guardan ningún lazo familiar. ¿Es esto posible? Parece que no. ¿Se acepta? Pues sí, aunque a regañadientes y siempre que no retuerzan la premisa, cosa que no hacen. ¿Qué sucede en "Una cuestión de tiempo"? Pues que el protagonista, Tim (Domhnall Gleeson, que efectivamente hacía de uno de los Weasley en la saga de "Harry Potter"), tiene el poder de viajar al pasado. ¿Es esto posible? Parece que no. ¿Se acepta? De entrada sí. Pero lo malo es que después se atenta contra la lógica de los viajes temporales despedazando incluso las reglas que se han dado previamente. Por ejemplo, ¿qué pasa cuando la hija se convierte en hijo? ¿Cómo puede revertir el cambio? Por no hablar de que si viaja al pasado debería encontrarse con su yo del pasado, cosa que no sucede. Me temo que este Tim cambia de época como de chaqueta, sin provocar la más mínima alteración en el futuro.

De todos modos, aunque en la parte física o metafísica ande confundida, se alegará que la más importante no es ésta sino la dramática. Porque no nos dejemos engañar por el póster, lo trascendental no es en este relato la subtrama romántica, sino la familiar o incluso la existencial. Por este camino la película termina afirmando el consabido mensaje de "disfruta de todos los días de tu vida", lo que además de ser poco profundo, hemos visto decenas de veces, incluso en comedias tirando a regulares, como en "Click" (2006). Antes de llegar a ese punto vemos como Tim usa sus superpoderes prácticamente para su provecho personal, en concreto para seducir a la mujer de sus sueños, que efectivamente es la primera que ve. Pero por este lado, ni tampoco por otros, no hay moraleja, valen las artimañas y el engaño para aparentar alguien que no es, de forma un poco rastrera. Por si fuera poco, no hay ningún conflicto verdadero, ni tampoco romanticismo en esta historia que transita por el camino más cómodo posible, pero sí bastante almíbar. Al menos la presencia de la dulce y sonriente Mary, o sea, Rachel McAdams, que sí veo más guapa que Margot Robbie, le da un aliciente.
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