Esta es la típica película que uno preferiría no ver pese a haberse rodado en los setenta, una comedia musical de ambiente homosexual, pero cuya fama te obliga a hacerlo. "The Rocky Horror Picture Show" es la adaptación cinematográfica de un musical estrenado en 1973, "The Rocky Horror Show", y que como que no quiere la cosa se convirtió en la segunda película más taquillera en 1975 en los Estados Unidos, sólo superada por la imbatible "Tiburón". Este éxito me resulta inexplicable porque el film es realmente malo y de hecho, si no me equivoco, se quedó circunscrito a ese país. Ni siquiera en el Reino Unido, donde fue rodada, su éxito fue tal. Yo sólo me lo explico por la descocada presencia de lo transexual, lo que entonces era muy rompedor, motivo por el que se ha convertido en toda una referencia de la cultura LGTBI.

Ahora bien desde el punto de vista fílmico, la obra es un horror y no lo digo por el título. Es verdad que un musical tampoco te lo puedes tomar completamente en serio pero es que aquí, salvo los primeros diez minutos, es que es totalmente absurdo. La historia, que como arranque de cine de terror no está mal, a las primeras de cambio desaparece para dar paso a un desfile de personajes raros, bailes y canciones hasta llega a un desenlace disparatado, todo ello presidido por un científico travestido interpretado con cierta altura por Tim Curry. Algunas canciones no están mal pero hay más de veinte y acaba uno muy cansado. En definitiva, "The Rocky Horror Picture Show" es una parida que no hace gracia, no tiene sentido, agota con sus números musicales, es hortera y predica un pansexualismo totalmente indecente y antinatural.