Desde luego "Ejecución inminente" no es de los trabajos más valorados de Clint Eastwood, quizás por su vena comercial, pero a mí me ha parecido de los mejores. Un thriller judicial sencillo y directo sin las florituras alambicadas, la mayor de las veces erradas, que vemos en sus películas posteriores. Admitamos que el argumento es bastante típico y que es previsible pero también que la narración tiene bastante ritmo, la investigación detectivesca está bien llevada y hay intriga hasta el desenlace, que no me queda muy claro (SPOILER).

Por encima de los Clint Eastwood (Steve Everett, el periodista), Isaiah Washington (Frank Louis Beechum, el preso) y James Woods (Alan Mann, el director del periódico), especialmente los dos últimos que están muy bien, llaman la atención las dos nenas tan monas, Kate (Francesca Eastwood, la hija de Clint también en la vida real) y su berrinche con los hipopótamos, y Gail (Penny Bae Bridges), igual pero con el lápiz verde. Mención especial merece la atractiva periodista Jane (Sydney Tamiia Poitier, en efecto, la hija de Sidney Poitier).

Para acabar vale la pena hablar de Steve Everett, que es un prenda. Por encima de otros defectos es un mujeriego incurable. Seguro que por esto muchos y muchas lo catalogáis de machista. Y a lo mejor lo es pero pesa más que sea un progresista o un librepensador. Por ejemplo, un hombre que, como él reconoce, no cree ni en Jesucristo, la justicia, el bien o el mal, ni en nada, o sea un amoral, ¿va a pensar que el matrimonio es un sacramento o que exige fidelidad? ¿Se va a asustar con el adulterio o el pecado? Pues evidentemente no.