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Terror. Intriga
Will Atenton (Daniel Craig) deja su brillante carrera de editor en Nueva York y se traslada con su mujer Libby (Rachel Weisz) y sus dos hijas a un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, pero pronto descubre que la casa que habitan fue el escenario de una terrible tragedia. Mientras investiga el caso, conoce a Ann Paterson (Naomi Watts), una vecina que había conocido a los anteriores propietarios. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jim Sheridan, en sus primeros cuatro títulos, nos sorprendió con sus "Mi pie izquierdo" (1989) y "El Prado" (1990), me cautivó por completo con su obra maestra, "En el nombre del padre" (1993), y me dejó un buen recuerdo con "The Boxer" (1997). Ahora bien, 22 años después de su debut y 14 de de su última película que he visto, parece que se ha achicharrado. O es que un traspiés lo tiene cualquiera. Porque en su reciente "Detrás de las paredes" no sólo se aleja de sus habituales y sentidos dramas, con una especie de terror psicológico-fantasmal deslucido, sino que lo hace del talento que ha demostrado en tantas otras ocasiones.
La presente "Detrás de las paredes" atrae, además de por su director, por su reparto: Daniel Craig, Rachel Weisz y Naomi Watts, aunque un poco mayores ya, de buen ver para unos y otros. Y siguiendo con esto, no me digáis que las dos nenas no son para comérselas, especialmente la chiquitina. Incluso la trama, aunque muy vista, no deja de ser atrayente: una familia trasladada a una casa donde hace años pasó algo horrible, que de alguna forma se está materializando en el presente. Lo malo es que pronto se agota el misterio, más a menos a la mitad para pasarse el resto del metraje boqueando. Todo sin nada de miedo, ni ninguna tensión.
La presente "Detrás de las paredes" atrae, además de por su director, por su reparto: Daniel Craig, Rachel Weisz y Naomi Watts, aunque un poco mayores ya, de buen ver para unos y otros. Y siguiendo con esto, no me digáis que las dos nenas no son para comérselas, especialmente la chiquitina. Incluso la trama, aunque muy vista, no deja de ser atrayente: una familia trasladada a una casa donde hace años pasó algo horrible, que de alguna forma se está materializando en el presente. Lo malo es que pronto se agota el misterio, más a menos a la mitad para pasarse el resto del metraje boqueando. Todo sin nada de miedo, ni ninguna tensión.