Hace no muchos años, en 2017, volvió a ponerse de moda la presente serie, que sin llegar a ser de culto, diría yo, sí que gozó a finales de los noventa y primera mitad del 2000 de bastante popularidad, con la propuesta de realizar un reboot. La idea era la de contar como los antecedentes de "Embrujadas" (1998-2006) para lo cual nos situaríamos en la Nueva Inglaterra de 1976. Ni que decir tiene que el proyecto me entusiasmó, aunque sólo fuera por versar sobre brujitas sexis, eso esperaba, con ambientación setentera, o para ser más exacto de mediados de los setenta, que es la parte que más mola de esa década, ya sabéis que es una de mis preferidas. Sin embargo, para mi decepción, fue cancelado a las primeras de cambio por la sencilla razón de que era nada progre. Entonces, se acabaron sacando del sobaco una caca, la nueva "Embrujadas" (2018-2022), que nada más ver el multiétnico y poco agraciado reparto te dan ganas de llorar y definitivamente te rompes cuando observas que la promocionaban como una serie feminista, inclusiva y con heroínas que luchan contra el patriarcado. La cosa trajo cierta polémica porque las actrices de la original protestaron aduciendo que la primera "Embrujadas" ya empoderaba a las mujeres. Eso es cierto, pero también que a medida que pasa el tiempo la izquierda vence y cada vez exige más, lo que quiere decir que para lo que el año 2000 era feminista y avanzado, para 2020 es ya machista y retrógrado. Así que como ha quedado un poco desfasada para ahora, es preciso una nueva versión woke para adoctrinarnos mucho mejor.

Sin embargo, vamos a quedarnos con la original y genuina, una ficción que sin ser realmente buena consigue sus objetivos. A "Embrujada" se le puede realizar diversas críticas, desde un guión que se va enredando hasta la brusca desaparición de un personaje clave pasando por sus limitaciones presupuestarias en efectos especiales o dirección artística. Para mí, en cambio, el más grave es que confunden una bruja con una superheroína con habilidades de combate, no respetando la esencia del arquetipo. Bueno, otro tirón de orejas es que es una serie muy pensada para el bello sexo, cayendo en una fantasía ideal según la cual casi todos los hombres son muy guapos y se enamoran perdidamente de ellas. Según mi humilde opinión y ya que estamos, en este top tres de los varones más atractivos colocaría sin ningún orden a Cole Turner (Julian McMahon), Dan Gordon (Greg Vaughan) y a Coop (Victor Webster). Chris (Drew Fuller) podría haber entrado pero la competencia es tan dura que se queda fuera del podio. En cambio, respecto a las chicas, no tengo dudas (SPOILER), me quedo con Margo (Melody Perkins), para el que no la localice, episodio 4 de la temporada 6, como uno de los mejores prototipos de rubia tonta, guapa, creída e infantil, aunque haga de villana. Y de las protagonistas, mi favorita siempre ha sido Piper (Holly Marie Combs). Pese a estos y otros defectos, por ejemplo es demasiado feminista, la serie tiene un tono dulce y amable que la hace apta para todos los públicos, es entretenida, divertida, conservadora a su modo y romántica. El final, acertado.