No es aburrida lo cual es un alivio para el espectador pero me temo que la lista de méritos se queda poco más que en eso. En esta fiebre de adaptaciones de cómics, especialmente de la Marvel, que se ha impuesto en los últimos años "Ghost Rider" vendría ser una de las hermanas pobres, tanto por presupuesto, 110 millones de dólares no es poco pero palidecen frente a los 258 de "Spiderman 3", del mismo 2007, como de taquilla. De los 32 títulos que a día de hoy forman la franquicia Marvel se quedaría a nivel mundial y con precios no ajustados en el puesto número 25.

El caso es que, pese a todo, la película no funcionó mal comercialmente al recaudar en los cines casi 229 millones de dólares precisamente porque da lo que promete. Un espectáculo morigerado, familiar y liviano con un superhéroe muy original, digno de cualquier leyenda o cuento tradicional. Un motorista encantando, servidor del demonio casi por accidente, pero que es un buen tipo. Lo demás, excepto el ¿peluquín? de Nicolas Cage y la sabrosa Eva Mendes, tirando a malo: la historia, los diálogos, las secuencias de acción... pero sobre todo la letal pinta de chorrada.