Permitidme que os hable de la estrella principal de "Descubriendo el amor", con permiso de Scott Speedman, que no es otra que Evan Rachel Wood, una chica muy bella pero a la que siempre he visto un poco rara, ya sea por sus parejas, sus looks, su confusión sexual o sus papeles casi siempre tristones. Pues hace apenas un par de meses nos sorprendió con las terribles declaraciones de que había sido violada dos veces, me da la sensación de que siendo menor de edad incluso, y que por este motivo había intentado suicidarse. Incluso confiesa que estos traumáticos hechos siguen afectándola hoy día. Esto explicaría muchas cosas, como por ejemplo su actual etapa lésbica, espero que reversible. Por mi parte le deseo que se recupere del todo y que los asquerosos gusanos que se hayan atrevido a semejante vileza, lo paguen o lo estén pagando de un modo u otro.

Dicho lo cual tenemos a Evan Rachel Wood en una comedia romántica que quiere ser independiente pero que se acerca más al telefilme que a a otra cosa. En realidad, "Descubriendo el amor" podría ser muy bonita y muy sexista pero no es ni una cosa ni la otra. Primero, porque el protagonista es un idiota, que no sabemos qué quiere, y un chulo playa, así no se gana mi confianza; segundo, que el romance es demasiado fácil y en la dirección equivocado: es él el que tenía que haberse fijado en ella; y tercero, aunque podría pensarse que Daisy (Evan Rachel Wood) es un caramelito para los espectadores más machistas, guapa, tonta, infantil y con el vestuario de una striper, de lo que se trata es de reivindicar al anormal o bicho raro, que es como la juzga él. Aún así es peor la estupidez de ciertas situaciones y diálogos: SPOILER. Lo siento, pero la "peli" es mala.