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Voto de Reaccionario:
4
Drama Evelyn (Kathy Bates), una mujer madura que vive frustrada por su gordura y por la insensibilidad y simpleza de su marido, conoce casualmente en un asilo a Ninny (Jessica Tandy), una anciana que le va contando poco a poco una dramática historia ocurrida en un pequeño pueblo de Alabama. El relato se hace cada vez más fascinante: gira en torno a la gran amistad entre dos mujeres (Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker) y al misterioso ... [+]
21 de febrero de 2013
18 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conviene comentar esta película más desde el punto de vista ideológico que del cinematográfico. Sobre esto último, si bien no llega a aburrir e incluso mantiene cierta intriga sobre los personajes, "Tomates verdes fritos" es una obra empalagosa, maniquea, buenista, vacía, idiotizante, pero sobre todo, de una cobardía inaudita (SPOILER). Todo para dibujar de color de rosa las situaciones más complicadas y no alterar al espectador, en este caso, espectadora media. A mi la verdad es que me interesaba más la simpática Evelyn (Kathy Bates) y su entrañable marido que las otras dos, Idgie (Mary Stuart Masterson) y Ruth (Mary-Louise Parker) cuyas peripecias, aparte de vulgares, acaban ejerciendo una nefasta influencia en Evelyn. Observad su degeneración, se vuelve casi loca. Eso sí, la hacen adelgazar, arreglarse el pelo y hasta buscarle un trabajo como dando a entender que sólo así será feliz. Pobres mujeres. La solución, incluso aquí no la pueden obviar pues es el marido de Evelyn el que se lo consiente todo, es encontrarse con un buen hombre. De lo contrario, todo está perdido, os guste o no.

Ahora bien, el éxito de la película reside en que rezuma feminismo por los cuatro costados, y a ver quién no presume en estos tiempos de ser feminista. Quiero decir que enlaza con el pensamiento dominante de amplísimos sectores, especialmente femeninos, de la sociedad. Que sea completamente ridículo es lo de menos. Esto es como la pescadilla que se muerde la cola: las mujeres se encuentran mal, siguen los dictados del feminismo y cada vez se encuentran peor hasta llegar a prácticas delirantes como mirarse la vagina en un espejo. Queridas, ¿no os dais cuenta que es idiota el discurso de Evelyn en el que dice, entre otras cosas, que la arruga es bella? ¿Os imagináis a algún imbécil bramando por la hermosura de la barriga cervecera? No, ¿verdad? Pues no hagáis las memas, os lo ruego. Claro que como el feminismo es la destrucción de la feminidad, de ahí su fracaso. La odia. No en vano, Fannie Flagg, la autora de la novela "Tomates verdes fritos" es abiertamente lesbiana, lo cual explica que su propuesta sea convertir a las mujeres en machos, copiando nuestra forma de ser. Para el resto, chicas, huid de esta nefasta filosofía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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