Primero, el engaño. Porque me ponen "El origen" y yo que soy bastante ingenuo creí que nos iban a contar lo que sucedió para que un simple asesino de niños se convirtiese en un monstruo de pesadilla. O sea, justo lo que su título indica. Pues no, se trata de un remake de aquella de 1984, aunque añadiendo algunos detalles de las posteriores. Esto de hacer una versión es ya un debate en sí pero sí a veces lo exijo y otras lo aprueba, otras muchas es completamente innecesario, como pasa aquí. No aporta nada y por supuesto ni se acerca a la iniciadora de la saga ni a sus mejores secuelas. La prueba de su fracaso es que, si estás viéndola de noche, te entran ganas de dormirte.

Desde luego carece del encanto de las antiguas seguramente porque aquellas no dejan de ser productos de una década, los ochenta, cuya frescura, calidad y sentido del espectáculo supera ampliamente a la de ahora. Si es que sólo hace falta ver el inicio desganado de la actual comparándola con el de la tercera (1987) o la cuarta (1988) para darse cuenta del pozo en el que nos hemos caído. Por supuesto, la banda sonora, a años luz pero también prácticamente todos los detalles, desde Freddy Krueger a sus jóvenes víctimas, personajes grises a más no poder, pasando por una historia deslavazada que sustenta en escenas copiadas. En fin, un puro trámite que en vez de inquietar causa tedio.