Volvemos al cine clásico con una película que nada más que por ese blanco y negro como que te dan ganas de verla. Además, rodada en 1948, nos muestra unos looks difícilmente superables. En concreto, Linda Darnell (Lora Mae, la morena y la más guapa de las tres), está espléndida en todas sus apariciones. Sea como fuere, "Carta a tres esposas" en su momento tuvo mucha pegada, según la fuente pudo ser la séptima más taquillera de 1949 en los Estados Unidos, además de llevarse dos Óscars y tres nominaciones. Su historia, que nace de una novela publicada en "Cosmpolitan" en 1945 por John Klempner, lo que pasa es que en aquella eran cinco las casadas, es sencilla y cotidiana. Una chica, que es además la narradora, anuncia a sus tres amigas que se ha fugado con el marido de una de ellas, ese es el desatino por si no habéis caído, pero desconocemos con cuál.

Dicho esto, aunque al principio parece que se va a decantar por la intriga, saber cuál ha abandonado a su mujer, en realidad, este es un pretexto para retratar la relación matrimonial de las tres protagonistas. La narración se articula como en tres largos flashbacks de interés creciente, el más flojo es el primero y el más jugoso el último, en los que se ven los problemas y roces de la vida en pareja pero qué queréis que os diga, en realidad se nota todo un poco desfasado, exagerado o radical. Me parece que no se puede sacar mucha enseñanza cuando la narradora nos confiesa que "las mujeres son tan tontas" y el elemento femenino es incapaz de controlar la relación y se valora tan poco a sí mismo... o demasiado hasta el punto de venderse y que al final es la peor. Con todo, es amena porque el melodrama clásico con sus amoríos, celos, intrigas y adulterios o no, siempre nos enganchará.