Así que por mucho Jean-Claude Van Damme la película no puede esconder que se trata de un trabajo menor dentro de una productora reconocida por sus muchos títulos de acción y combates tirando a maluchos, allá por los 80, la Cannon. El caso es que "Cyborg" es bienintencionada, manejando una trama que trata de darle profundidad al personaje protagonista, dentro de un mundo futurista apocalíptico en el que además de una destrucción nuclear, ha habido una mortífera enfermedad. Así que por una o por otra cosa han dejado el mundo hecho unos zorros. Pero hay una solución, una vacuna que tiene una cyborg, a la que los malos querrán atrapar y que el bueno defenderá a medias, pues su motivación real es otra.

Dicho esto, "Cyborg" (1989) viene a ser un cruce entre "Mad Max" (1979), sobre todo por la estética, aunque también por la temática, y "Hasta que llegó su hora" (1968), incluso en el detalle de tirar de los flasbacks, en este caso de un modo reiterativo y pesado, para aclarar la historia, que por otro lado, es sencillísima. Aunque también hay algunos toques de "Blade Runner" (1982) o "Robocop" (1987). Por supuesto, lo importante en la película son las peleas, que en general están bien sin ser espectaculares, incluso hay alguna cosilla que está chula, pero también un par de fantasmadas. En fin, "Cyborg" pretende ser más seria y estéticamente brillante de lo que es, pero al menos lo intenta. Es malilla pero algún tramo puede gustar.