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Voto de Reaccionario:
4
Romance. Comedia Julianne Potter, una crítica gastronómica, se da cuenta de que está enamorada de su mejor amigo justo el día que él la llama para anunciarle que se va a casar con una chica de la alta sociedad. Sólo dispone de tres días para urdir un plan que le permita impedir la boda. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si, la banda sonora es buena, la escena del barco es bonita y hasta la idea general es atrayente. También, que Camerón Díaz está muy guapa, no tanto como en "La Máscara" pero sí guapa y el resto del reparto tampoco está mal, incluyendo a una Julia Roberts aceptable, sin ser nada del otro mundo. En este apartado de logros, no puedo dejar pasar a la preciosa Raci Alexander y sus acompañantes interpretando, que no cantando, el sugerente tema "Wishin' and Hopin'" de los créditos iniciales. Pero el resto no se sostiene. No sólo es que no hace nada de gracia, sino que las situaciones se fuerzan para mantener la trama. Hay muy poca imaginación en el guión y menos lógica. Además, directamente los personajes están mal construidos. Por ejemplo, Kimberly (Cameron Díaz) pasa de ser feminista acérrima a inocente jovencita. Por no hablar de los mensajes equivocados que se lanza unos y otros para confundir al espectador (SPOILER).

Aún así lo peor de "La boda de mi mejor amigo" son los personajes femeninos. Vaya desastre, una por que se pasa y otra por defecto. Julianne (Julia Roberts) llega a ser repugnante. Qué tía, más feminista, guarra y desagradable. Me dieron ganas de darle una patada a la bandeja, cuando se molesta al tratar Michael (Dermot Mulroney) de ayudarla alegando que "inconscientemente me estás llamando torpe". Claro que ésta blasona, y no le da vergüenza, de no tener una relación que dure más de dos semanas, tras las cuales ella rompe como le pasó con Michael. Incluso declara su rechazo a todo lo que parezca femenino, como puede ser el matrimonio, el amor y el romance. Para resaltar su masculinidad, siempre y cuando ésta sea vulgar, aclara que sólo ha llorado tres veces en su vida o que no deja que su pareja la abrace en público. Fuera sentimentalismos, que aquí va un tío hecho y derecho.

Cierto que Julianne es mucho peor pero Kimberly tampoco es que sea un ejemplo a seguir. Da mucha lástima Kimberly por su tendencia a degradarse ante el hombre de turno. Es patético su personaje. Ésta me recuerda a la de "La ventana indiscreta". Es joven, rica, guapísima, educada, de buena familia y buena gente, pero viene un gañán, pobretico, como siempre, (estoy hasta las narices que siempre sea ella rica y el pobre) y ella tiene que hacer contorsiones para buscar su aprobación. Pues que deje la carrera, su casa, su familia, su posición y lo siga arrastrándose de ciudad en ciudad y de motel en motel. Tiene que sacrificarse en todo, ser gelatina, si es lo que quiere. ¿Pero él? Pues no mueve ni un dedo y si algo le disgusta, le monta un pollo. Y ella a llorar y a gemir. Que humillante. Anda que si yo fuera Kimberly lo mandaba a paseo. Siendo como es, cualquier hombre perdería cabeza por ella. Sólo hace falta que se de cuenta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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