Aunque la estética sea curiosa, ya que parece en verdad que estás viendo un cómic, “Sin City” no tiene nada más. A ver, eso de meter una serie de historias, inconexas y tan intrascendentes no funciona para nada, no tiene el más mínimo interés. Y luego está narrado de una forma tan lamentable, tan cutre que durante un buen rato te da vergüenza ajena lo que está pasando.

Recapitulando, la historia de Mike Rourke es muy mala pero la de Benicio del Toro y la de Clive Owen y las “prostitutas asesinas” son muchísimo peores, patéticas. Y el gusto por las amputaciones, por las decapitaciones, por los troceamientos de cuerpos, pues, más que otra cosa, me parece grotesco.

¿Tiene algo bueno? Pues si. La historia de Bruce Willis resulta interesante (a pesar de la hortera presencia del “duende verde”) y el final de esta es precioso. ¡Por favor! Tenían que haber cogido su historia, desarrollarla y filmarla como Dios manda (olvidándose de toda la estética de cómic) y podía haber sido una película excelente.

Y por supuesto, no me olvidaba, la película merece la pena ser vista sólo por contemplar a la bella Jessica Alba bailando como lo hace, vestida de vaquera, de cuero negro, pistolas, el lazo, con esa languidez, con ese encanto, con esa sensualidad. Te deja con la baba caída ¿Y que decir cuando la tiene el “Duende verde” atada y la azota? Sientes que cada golpe te lo están dando a ti. En medio de tanto personaje deprimente, Jessica-Nancy, dulce e inocente, es un oasis en medio del desierto.

A la película le daría un 1 pero el baile de Jessica Alba merece un punto más.