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4
Drama Después de verse obligado a abandonar su casa y su familia por deudas de juego, un hombre rehace su vida como titiritero hasta que se ve envuelto en la revolución maoísta. Cuando consigue volver con su mujer y sus hijos, ya nada es como antes. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cambio de registro para una aclamada obra que es representante, según los críticos, del mejor cine asiático de los años noventa. "¡Vivir!", que es la adaptación para el cine de la novela homónima de Yu Hua, publicada en 1993, nos lleva desde los años cuarenta a los setenta para asistir a la convulsa historia china. Y aquí nos encontramos con su primer handicap, lo difícil que es sacar adelante historias que se alargan durante décadas. ¿Por qué? Tal vez porque una buena historia gira sobre el concepto de crisis, es decir, un acontecimiento que provoca un "cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación", copio del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. ¿Pero qué clase de crisis puede durar cerca de cuarenta años? Sí, puede hacerse pero es más complicado y lo normal es prescindir de esta base fundamental para deslizarse por un conjunto de anécdotas, vivencias y demás sucesos irrelevantes, como por desgracia incurre Zhang Yimou en su trabajo. Por cierto, que la mencionada novela es por momentos muy diferente al largometraje y en concreto la crítica al sistema comunista chino mucho más feroz. Aquí esto último se suaviza tanto que prácticamente no existe pero entiendo que rodándose en ese país y con ese régimen no se podía hacer nada más. De hecho, ya fue bastante en tanto que la película molestó lo suficiente como para que fuese prohibida en China y algunos de sus responsables castigados sin poder trabajar durante dos años.

A decir verdad, "¡Vivir!" empieza muy mal sin una ubicación geográfica y cronológica precisa, más allá de un genérico "años cuarenta", lo que es un pecado mortal cuando se trata de cine histórico, y continúa con un protagonista odioso por su estupidez. Es cierto que luego mejora y la combinación de melodrama lacrimógeno, costumbrismo y suave crítica social hace que sea llevadera de ver. Sin embargo, esto no es suficiente. La película peca de una serie de "instrumentalidades", elementos puestos al azar para hacer avanzar la trama pero que no tienen ninguna relevancia y que de hecho no vuelven a aparecer (SPOILER), no se concibe de forma orgánica, es decir, hay piezas que entran y salen del relato sin que al director le importe un pimiento integrarlos de verdad en el relato. Con todo, más grave es la dificultad que tiene para desarrollar el contexto histórico, que brilla por su ausencia, para mostrar con profundidad las relaciones humanas y los afectos, desde luego no es una historia de amor entre los protagonistas (ah, mal ejemplo ella por ser demasiado servil y sufrida), y más aún para dotar de implicación emocional a los personajes respecto al entorno por el que se mueven. Estos son meros testigos, como hacía el de "Forrest Gump" (1994), y lo único que les importa no es vivir sino sobrevivir, sin saber qué piensan, qué sienten o qué desean, sin tomar partido por nada. Si en concreto él, que es un tonto, ve pasar la historia con indiferencia nosotros hacemos lo mismo con su anodina vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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