Como ayer fue viernes 13, como que tocaba ver una de terror. Así que buceando en este género, de los años setenta, de factura hispana, británica o hasta las dos al mismo tiempo, y con alguna de mis actrices favoritas, me topé con esta "Exorcismo", que aunque venga como española se rodó en inglés y buena parte en el Reino Unido. De entrada parece un calco de la famosísima película de William Friedkin, "El exorcista" (1973), bajo las constantes de niña o chica como aquí secretamente poseída, familia desconcertada por el mal y héroe sacerdote católico que se enfrenta al demonio. Resulta bastante obvio que el personal se quiso sumar al carro del éxito espectacular de la de Friedkin, que llegó a extremos increíbles en todo el mundo, no sólo en lo económico, con productos similares. Irónicamente en España se estrenó primero, casi unos seis meses antes, la de Juan Bosch que la norteamericana.

Sea como fuere, la falta de imaginación no debe ser un impedimento para disfrutar de esta película. De hecho, la trama acaba siendo más compleja al introducir sectas satánicas y varios asesinatos, lo que le da un aire policial que la hace muy intrigante. Aunque es cierto que con ese título se nos antoja que va a haber pocas sorpresas, la parte estrictamente demoniaca cuando aparece está muy bien resuelta y con efectos especiales sencillos pero eficaces que no han envejecido nada. En síntesis, es lógica, entretenida y me ha gustado. Además María Kosty, que es de las actrices españolas más bellas de los setenta junto a otras cinco o seis más, lo que quiere decir, si la memoria no me falla, que también lo serían de la historia de cine español, junto a Sara Montiel y alguna de los últimos años, nos deja unos momentos gloriosos paseando con esos vaqueros remangados y botas negras de plataforma "to" sexy.