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Voto de Reaccionario:
5
Drama Superproducción sobre la vida de Jesús de Nazaret que contó con un extenso y conocido reparto en el que destaca Max von Sydow como Jesucristo. A partir de los Evangelios narra la vida de Jesús en la Palestina ocupada por Roma: su nacimiento en Belén, su infancia en Nazaret, los tres años de vida pública, la Última Cena, la traición de su discípulo Judas, su juicio, crucifixión y posterior resurrección. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2012
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas religiosas cuentan con una serie de dificultades que hacen que cueste que el resultado final sea el que debiera. Primeramente suelen ser bastante largas. En este caso son sólo 141 minutos pero aún así es ya bastante. Luego el carácter de superproducción en la que se van narrando distintos episodios con una gran cantidad de actores, extras y demás pues tampoco acaba de resultar. Afortunadamente "La historia más grande jamás contada" se detienen en exclusiva en la figura de Jesucristo lo que salva en cierta medida esta crítica. De todos modos, al recorrer su vida, no queda más remedio que caer en esto que digo, una serie de episodios, uno detrás de otro con poco ritmo.

Pese a lo dicho las críticas de más peso son las que siguen. Para cualquiera con un mínimo de cultura religiosa, todo lo que aparece nos lo sabemos más que de sobra. Los diálogos, las curaciones, las predicaciones, San Juan Bautista y luego toda la pasión de Cristo. O sea que no hay manera de que nos sorprendan. Por eso la sensación de Deja-Vu es permanente. Además hay otra dificultad más: que se han rodado ya unas cuentas películas sobre la vida de Jesucristo. De este modo uno no sabe si las distintas secuencias que tiene en la memoria pertenecen a este película o a otra, si la que hace, por ejemplo, de María Magdalena, es Carmen Sevilla o no y así todo el rato.

Pese a lo expresado "La historia más grande jamás contada" trata de abstraerse de todo lo que no sea la obra de tal modo que logra dar vida a un filme sólido, muy correcto aunque con poca fluidez y en exceso lento, en fin, con todos los vicios y virtudes de las grandes superproducciones de antaño. Quizás la gracia de este tipo de películas es aportar algo más, cosa que consigue Mel Gibson en su "Pasión de Cristo". En esta ocasión la cinta de la que hablamos se mueve en los cánones clásicos lo que es quizás insuficiente para merecer más nota de la que le otorgo.
Reaccionario
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