Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
4
Drama. Comedia Franquismo, años cuarenta. En una compañía de cómicos de la legua medio emparentados entre sí, aunque no recuerdan con precisión cuál es su parentesco, surgen amores y desamores. Hay separaciones dolorosas y encuentros felices; el trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares, y el hambre con el sueño de alcanzar el triunfo. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2013
31 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intento no del todo fracasado de Fernando Fernán-Gómez de homenajear a los cómicos a la vez que hacer un retrato de la derrota humana. A decir verdad, digamos que los 3 primeros cuartos anda sin rumbo, en una mezcla de comedia y drama que no se sabe a donde va. Nuestros amigos de un lado a otro, batallitas, miserias, algún discursillo políticamente nefasto y poco más. Quizá la presencia de Gabino Diego es lo único que mantiene el interés del espectador. Luego en el desenlace el director coge el toro por los cuernos y nos regala unos 20 minutos bastante buenos, muy sobrios e impactantes. Ahora bien, para este desenlace ¿hacía falta perder tanto tiempo en amoríos cutres, pretendidos engaños a ricachones ignorantes y una relación paterno-filial de la que se olvidan a la hora de empezar? No niego que Fernán-Gómez tenga cierta maestría detrás de las cámaras, y como no, delante como atestigua en su estupenda secuencia cómica-trágica, pero el permanente ejercicio de mirarse el ombligo, de que sentimos compasión por unos tipos que los mismo tienen hijos abandonados por ahí que atemorizan pistola en mano a unos novios, pasa factura a un trabajo que, pese a todo, en ningún momento nos llega.

Aunque la defensa de estos cómicos es tan pobre que merecen desaparecer de los caminos. Porque su proceder confirma que todos los tópicos sobre ellos son ciertos: que son vagabundos, borrachos, puteros y ellas, unas golfas. En este sentido el personaje de Nuria Gallardo, Rosita, parece que está para satisfacer las pulsiones sexuales de todos los hombres con los que se topa. Pero es que encima son malísimos. Su espectáculo es completamente deprimente y es normal que la gente no quiera ir a verlos. En vez de darse cuenta de su poca valía, que queda demostrada de sobras con Don Arturo (Fernán-Gómez), reflexionar, aprender y mejorar, se encierran en una especie de odio hacia todo lo que no sea su mundo que llega a ser irritante. Según estos señores, sólo el teatro en puebluchos es cultura. El fútbol, el cine o las radionovelas es un mediocre entretenimiento para el vulgo. Pues, queridos, me quedo de largo con la plebe. Aunque, por cierto, dicha defensa del "teatro" suena tan falsa de la mano de actores como el propio Fernán-Gómez y José Sacristán que han conseguido dinero, fama y prestigio gracias al cine franquista. Y lo mismo se puede decir de su antifranquismo retrospectivo.

Ya sé que queda muy bien y muy romántico ese defender a los caminantes que de pueblo en pueblo nos llevan "una sonrisa". Pero lo que tienen que darse cuenta estos amigos es que en el difícil mundo del espectáculo hay que tener muchas cosas, entre otras, talento. Estos lo que tienen es la cabeza llena de pájaros y lo que tendrían que hacer es dedicarse a otra cosa. Ahora bien, su inutilidad, su orgullo y su nulo sentido de la autocrítica les impiden verlo hasta el punto de alterar la realidad a su conveniencia. Por ejemplo, que esa voz gangosa, no hace gracia a nadie. En cuanto al arte en si, éste tiene muchos caminos para expresarse. Y si a principios del siglo XX en los pueblos de España el público se entusiasmaba con cualquier pantomima, en la segunda mitad con los medios de comunicación hay que espabilarse y de lo contrario, retirarse a tiempo pero manteniendo la dignidad. Pero como estos cómicos no saben lo que es esa palabra pues así les va. Entre una cosa y otra, el director ha perdido una gran oportunidad para adentrarnos en todo este mundillo del famoseo, ver sus glorias y miserias. En cambo ha preferido perderse en anécdotas sin interés y cuando ha querido hacerlo era ya demasiado tarde.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow