Regresa Steven Seagal con la saga más conocida, exitosa y puede que menos mala de su filmografía. Me refiero a "Alerta máxima", esta vez acompañado por entre otros, una jovencísima Katherine Heigl, que estaría entre los 15 y 16 años. Aunque a mí la que me gustaba más era la camarera del tren, con ese uniforme que me lleva. Pero regresando al tema, se nota que Seagal estaba en la cúspide del éxito y por eso se las agencia para una cinta de acción de considerable presupuesto, 60 millones de dólares de 1995. Recordad que "Jungla de Cristal 3" (1995) costó 90 millones de dólares pero que "Goldeneye" (1995), fueron también 60 y "Speed" (1994), sólo de un año anterior pero de concepto muy similar a ésta, se solventó con sólo 30. Es decir, que había suficiente dinero para derrochar en explosiones, aparatos y destrozos. Sin embargo la pasta no puede ocultar las muchas debilidades de la película.

Dicho lo cual, de entrada "Alerta máxima 2" no parece mala, aunque sólo fuera porque se beneficia de una idea bastante clásica y eficaz en el cine de acción de esos años, la de héroe atrapado en un espacio concreto pero que frustra los diabólicos planes de unos malvados terroristas. Es decir, que viene a ser como la "Jungla de Cristal" (1988, 1989 y 1995, las otras ya no valen) pero en un tren. En cualquier caso el film aguanta hasta que comienza la acción. No era fácil resolver la papeleta que un sólo hombre se cargase a tantos malos, es que hay más de 20, y que fuera creíble. Desgraciadamente no lo es, Casey (Steven Seagal) se pasea por el tren con total tranquilidad, los malos son tontísimos de mirar a otro lado cuando le señalas y unos inútiles, lo del mozo negro, especialmente con la villana, es lamentable y las fantasmadas son hirientes, como ese final "explosivo" que atenta contra las leyes de la física.