Me temo que en todas partes cuecen habas y la semilla de la corrupción, el abuso de poder o la violencia física bien pueden arraigar en todos los sistemas. Lo importante es que haya una voluntad decidida de combatir estos males y sí los poderes públicos tiene la capacidad de hacer limpieza. Me da en la nariz que los que salen por las urnas lo tienen bastante más difícil. Por ejemplo, uno vota, elige a sus representantes, estos se suceden cada cuatro años pero las estructuras mafiosas se mantienen intactas. ¿Qué es sólo una película? Pues no, el filme está basado en hechos reales, en la vida del agente Frank Serpico. He aquí su principal virtud, en la denuncia de unos hechos y en la presencia de Al Pacino.

Desgraciadamente el resto no acompaña. Para empezar, no hay historia, o al menos, una que podamos seguir sin perdernos en una serie de escenas irrelevantes. Más que una trama hay un reflejo de la corrupción policial de Nueva York y la vida de un agente honesto, idealista y con un punto bohemio. De todas formas a mí me ha parecido bastante confusa. "Serpico" está mal contada, no me enteraba bien de lo que estaba sucediendo, no sé si por el guión, por el montaje o por mi culpa. La película se desarrolla con mucha frialdad, no hay ritmo, es reiterativa e incluso resulta pesada. Se consigue terminar porque quieres ver como acaba todo pero su visionado es árido, decepcionante y nada agradable.