Seguramente no descubro el mundo apuntando a que Harry Steele (Charlton Heston) es el antecedente directo del mítico personaje de Indiana Jones. Pero pese a su parecido, sus personalidades difieren como la luz y el sol. Indiana es todo un héroe (un ídolo intocable) mientras que Harry es chulo, ¿chapero?, charabasca y hasta chabacano (¿demasiadas "ch"?). Su arrogancia, aunque por momentos te hace gracia, te acaba resultando insoportable.

Su acompañante en esta aventura es la hermosa Elena Antonescu (Nicole Maurey), lo que da juego, gracias también al descaro de Harry a una tensión sexual de gran altura. Hay momentos, al principio principalmente, que a los guionistas se las va la olla, pues lo que plantean es muy fuerte hasta para la actualidad.

Desgraciadamente la historia que sustenta "El secreto de los incas" hace aguas por todos lados. No hay manera de construir un relato meramente creíble. Parece que todo lo que rodea a los protagonistas es una mera excusa para que Harry y Elena estén ligando, de bromas y chistes. El tesoro, los ¿malos?, la expedición, los indios tienen escasísima entidad. Y lo que es la acción, pues es prácticamente inexistente.

Salvo por algunas pullas anticomunistas, la presencia Charlton Heston para ellas y de Nicole Maurey para ellos, y algunos diálogos acertados, la verdad es que "El secreto de los incas" no tiene nada más, quedando un poco como película fallida por su lento planteamiento y su ausencia de aventuras siendo precisamente una película de aventuras.