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Voto de Reaccionario:
5
Drama. Acción Carl Brashear nació en Kentucky en el seno de una familia de campesinos negros cuya vida ha estado siempre marcada por el racismo. Mac, el padre de Carl, le enseñó desde niño el valor de la perseverancia como arma para vencer los obstáculos y alcanzar sus sueños. Carl sueña con ingresar en la escuela de buzos de la marina de los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2013
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Malo cuando empiezan con un "basado en hechos reales". Intuye uno que nos van a contar la misma historia de siempre de superación personal que tanto gusta en nuestros tiempos. Porque de lo contrario ¿por qué iba a ser famosa la persona en la que se inspira? Con esta idea en la recámara George Tillman nos prepara un drama castrense ambientado en la marina, en concreto, en el no precisamente apasionante mundo del buceo. Desde luego te suena a "Oficial y Caballero" (1982), "Top Gun" (1986) y hasta si me apuras a "Algunos hombres buenos" (1992), claro que queda muy por debajo de estos pesados pesados, aunque sí supera a aquella de "The Guardian" (2006) de ambiente similar. Eso sí, la obra tiene el acierto de mostrarnos el profundo racismo estadounidense hasta en los aspectos más cotidianos. Por muchas películas que hagan más tarde no podrán ocultar que durante décadas, siglos, ha existido un sistema de opresión racial bendecido por las urnas, o sea, la democracia.

Pero volviendo a "Hombres de honor", me pregunto por qué Carl Brashear (Cuba Gooding Jr.) es tan bueno en todo, salvo los estudios. Luego me fijo en que Charlize Theron está guapa a rabiar, anda que me iba a preocupar yo en tirarme al mar o no, con esta pedazo de mujer detrás mía. Por cierto, la friolera de 32 años más joven que su marido en la ficción, Robert De Niro. Con todo, es la idea de la película la que no anda muy fina. Esto va de que como Carl es el mejor, va superando retos. No se trata de aprender, mejorar, formarte, cometer errores, rectificar, perder algo a cambio, vacilar, y pese a todo, seguir... o no. A mí que sea el número uno me da igual. Fijaos en cambio que en la de Richard Gere y las de Tom Cruise, esto pasa completamente a segundo plano. En aquellos años había cosas mucho más importantes que ser el primero. Hoy día, me temo que no. Por eso, tal y como lo concibe, le acaba saliendo al director un trabajo buenista, voluntarioso, histórico, incluso visible, pero a fin de cuentas, pobre.
Reaccionario
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