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5
7,8
99.435
Intriga. Drama
Siglo XIV. Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo, el novicio Adso de Melk (Christian Slater), visitan una abadía benedictina, situada en el norte de Italia, para esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo de Otranto. Durante su estancia, desaparecen misteriosamente otros monjes que después aparecen muertos. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2013
13 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como conocía, de haberla visto unos cuantos años atrás, la intriga en la que sustenta la película, el asesino y sus motivaciones, me he destripado yo mismo "El nombre de la rosa". Aún así, en su momento no me impactó y ahora tampoco. Los asesinatos y esta especie de Sherlock Homes medieval mezclado con Guillermo de Ockham tiene su interés, con unos cuantos giros y detalles puramente detectivescos que aunque no hay quien pille a la primera, gustan de ver. Pero la propia trama (¿no sería más lógico esconder el libro para que nadie supiera su existencia o mejor, destruirlo?) tampoco es que sea muy inteligente y luego el filme es algo lento y tiene un tonillo ligeramente extravagante que la perjudica. Del mismo modo la galería de raros resulta tan innecesaria como la trama de esta chica, que es completamente absurda. Aún teniendo una buena fotografía, ambientación o vestuario, tal y como queda, "El nombre de la rosa" se aproxima peligrosamente a lo friqui.
Posiblemente el éxito de esta película y su novela homónima reside en la filosofía progresista que la sustenta, del agrado del espectador medio. Para empezar, la demonización de la Edad Media como una época de oscuridad y fanatismo. Seguimos con un ataque a la Iglesia Católica como foco de poder y violencia. Y por último la aparición del racionalismo, el espíritu crítico y la libertad de conciencia frente a la superstición y el dogmatismo. Vamos, lo típico. Lo siento, pero el retrato es demasiado simple y maniqueo para ser cierto. Todo es más complejo y hay muchos matices. Aquí no hay tiempo, ni espacio para desenmarañar la cuestión pero sí para poner en solfa el supuesto triunfo de la razón. Acordaos de Goya. Es precisamente la razón (¿os suena la "Razón de Estado"?) la que ha producido los peores crímenes de la historia. Yo prefiero el sentimiento, quedaos vosotros con la razón. Derechista que es uno (SPOILER en el que no desvelo nada).
Posiblemente el éxito de esta película y su novela homónima reside en la filosofía progresista que la sustenta, del agrado del espectador medio. Para empezar, la demonización de la Edad Media como una época de oscuridad y fanatismo. Seguimos con un ataque a la Iglesia Católica como foco de poder y violencia. Y por último la aparición del racionalismo, el espíritu crítico y la libertad de conciencia frente a la superstición y el dogmatismo. Vamos, lo típico. Lo siento, pero el retrato es demasiado simple y maniqueo para ser cierto. Todo es más complejo y hay muchos matices. Aquí no hay tiempo, ni espacio para desenmarañar la cuestión pero sí para poner en solfa el supuesto triunfo de la razón. Acordaos de Goya. Es precisamente la razón (¿os suena la "Razón de Estado"?) la que ha producido los peores crímenes de la historia. Yo prefiero el sentimiento, quedaos vosotros con la razón. Derechista que es uno (SPOILER en el que no desvelo nada).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Os pongo un ejemplo. Al menos hasta el siglo XIII la brujería sólo se castigaba con la muerte en caso de un daño concreto. De hecho, aún en el siglo XIV y XV los procesos fueron muy escasos. En cambio, la famosa caza de brujas es del XVI y el XVII. Pero ya no estamos en la "bárbara" Edad Media, sino en el Renacimiento. ¿Cómo es esto posible si supuestamente ha triunfado la razón? De hecho, según Caro Baroja, autores medievales como San Agustín, Bucardo, Ivon de Chartres, Graciano, Agobardo, Juan de Salisbury o Vicente de Beauvois tachan todo lo relativo a la hechicería y a la brujería de sueños, igual que los racionalistas del XIX. Lo "raro" de todo esto es que durante la inculta Alta Edad Media, las mentes pensantes no creían en la brujería y a medida que progresamos, que la razón gana partido, sí. Algo parecido sucede con la persecución de la herejía.
El meollo de la cuestión está en lo que entendemos por la razón. Hoy día la razón es buenísima y lo irracional, malísimo. De hecho es común oír hoy banalidades como "la sinrazón de la violencia" o "del terrorismo". En parte son clichés, pero esconden la idea de que la violencia, el error o la crueldad no es racional. No admiten que, por ejemplo, racionalmente se puede mandar alguien a la hoguera por creer en X. De todos modos, ¿No fueron acaso racionales Stalin, Lenin, Mao o Pol Pot? ¿No lo fue el Holocausto? ¿No fue el más racional de los siglos, el siglo XX, con todas sus miserias y sus centenares de millones de muertos?
El meollo de la cuestión está en lo que entendemos por la razón. Hoy día la razón es buenísima y lo irracional, malísimo. De hecho es común oír hoy banalidades como "la sinrazón de la violencia" o "del terrorismo". En parte son clichés, pero esconden la idea de que la violencia, el error o la crueldad no es racional. No admiten que, por ejemplo, racionalmente se puede mandar alguien a la hoguera por creer en X. De todos modos, ¿No fueron acaso racionales Stalin, Lenin, Mao o Pol Pot? ¿No lo fue el Holocausto? ¿No fue el más racional de los siglos, el siglo XX, con todas sus miserias y sus centenares de millones de muertos?