Ejercicio nostálgico de Rob Reiner que se queda en poco más que en eso. Una bonita banda sonora, normal si ubicamos la historia en el año 1959, un tono cálido, un relato bienintencionado y el casi siempre recurso efectivo de una historia de niños. Pero por lo demás "Cuenta conmigo" flaquea entre la irrelevancia y la mentira jugando falsamente con los recuerdos del espectador preso de la melancolía. Más que una visión retrospectiva de la infancia se trata de una idealización de la misma. O sea, cómo gustaría que hubiera sido nuestra infancia a los adultos de hoy. Lo siento, pero yo no me reconozco ante este grupo de macarras en potencia. Con 12 años ni robaba pistolas, ni apuntaba a nadie con ellas, ni robaba dinero de no sé donde, ni me enfrentaba con las personas mayores a insulto limpio, ni fumaba pitillos como un carretero, ni hablaba con tantos tacos como estos. Y eso que están en los años 50. Con mucho esto lo hacían los gamberros, de los que nos escondíamos los demás por miedo a que nos dieran de collejas. Por no hablar de los sesudos diálogos de los mayores o de las idioteces que acaban haciendo todos. Por ejemplo, esa vía del tren hay que pasarla corriendo, tontos, más que tontos.

De este modo, empieza mal "Cuenta conmigo" con este grupito de sinvergüenzas tirando a idiotas, casi a la par que el resto de jóvenes con los que se topan. Por cierto, me pregunto que si algún adolescente en aquellos años era normal, quiero decir, que si no todos se daban navajazos con cualquiera, hacían carreras de coches mortales, se dedicaban al robo, vagabundeaban en pandilla buscando líos o iban en plan "Grease". Pero volviendo a la película, el desarrollo entre psicológico y dramático que intenta Reiner no acaba de cuajar. En líneas generales me recuerda mucho a "Mi chica" pero ésta es infinitamente superior a "Cuenta conmigo". La clave quizá esté en que aquí los problemas no están bien planteados. Les faltan diálogos, una mayor profundización y un enfoque diferente. Por ejemplo, si hay un conflicto paterno, y hay varios, éste tiene que resolverse en familia, no contándose batallitas estos chavales. O si uno tiene mala reputación, lo último es echar más leña al fuego. Además de una vaga defensa de la amistad, hay una especie de mensaje tan falso como peligroso. A estos al día siguiente les zurrarán de lo lindo por un gesto de orgullo y temeridad. Vaya enseñanza la de "Cuenta conmigo" (SPOILER).