Reconozco que nunca he visto la serie "Sexo en Nueva York". Así que la película la he visionado sin apenas conocer a las protagonistas, salvo de oídas. Y la impresión es bastante mala.

Querer presentar a estas mujeres, como un icono del femenismo, de la mujer del siglo XXI, resulta patético. En realidad, son mujeres de un muy alto poder adquisitivo que no tienen ni los problemas, ni viven las situaciones de la inmensa mayoría de las mujeres del mundo (occidental). Son unas privilegiadas que, como no tienen que fregar suelos para poder vivir, se dedican a desfilar con modelitos (demasiado llamativos) de aquí para allá y permanecer en un estado de adolescencia permanente. Por eso lo que les pasa es tan frívolo, irreal e intrascendente.

Aún así resulta interesante el perfil de la nueva feminidad que esta película (y otras antes) presentan desde hace algunos años. Si tomamos a Carrie como modelo, pues es claro que es el personaje de referencia, (Charlotte es en exceso "femenina", Samantha", liberada" y Miranda, fria y "masculina") vemos que la "nueva" mujer sería, resumiendo mucho femenina por fuera (moda, belleza, cuidarse, alimentación) y masculina por dentro (cero sentimiento maternal, hogar, cocina; es individualista (no tienen padres, hermanos, etc.), competitiva, desarrolla una carrera profesional, es sexualmente agresiva, se resiste a los mitos del amor romántico, es racional, fría, poco empática, salvo, parcialmente entre ellas 4, etc.).

O sea, lo peor de cada sexo, la superficialidad femenina y la agresividad competitiva masculina. Un desastre.