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Voto de Reaccionario:
7
Romance. Comedia Después de sufrir un accidente con un secador en la bañera, Nick Marshall, un egocéntrico publicista de Chicago, se da cuenta de que puede escuchar los pensamientos de las mujeres. Esto le permite descubrir que ellas no lo estiman tanto como él cree, pero intentará sacarle partido a este don para triunfar en la empresa. (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atractiva comedia romántica que cumple verdaderamente con eso que el género promete: muchas risas y una bonita historia de amor. El argumento es bueno y el guión también pero es Mel Gibson y su Nick Marshall, bien acompañado de Helen Hunt, Marisa Tomei o Alan Alda, el que hace que la película sea grande. Pletórico, graciosísimo, encantador demostrando una vez más que es una estrella de los pies a la cabeza. Ya sé que muchos le odian pero quizás este es el precio que hay pagar por el verdadero talento y el carisma a raudales que tiene este hombre. De hecho, este Nick supuestamente engreído y misógino, te cae desde el inicio de lo más simpático. Desde luego lo hemos etiquetado como machista y como tal hay que crucificarlo. Sin embargo, aquí empieza la incoherencia, os gusta. Por eso, podéis criticarlo, decir que es un machote o un impresentable y ridiculizarlo. Pero si eso es lo que os parece Nick, pues no os líes con él, que es que sois tontas.

Dicho esto, en realidad el poder que recibe Nick es una mera excusa. Por ejemplo, lo que sale aquí tiene que ver más con las competitividad profesional, la ambición personal, la educación o la hipocresía, y muy poco con el choque de sexos. Si en vez de ser el protagonista él fuera ella o bien pudiera leer lo que piensan los hombres el resultado sería prácticamente el mismo. La idea de la película es que si supiéramos lo que piensan ellas, las respetaríamos más. Sin embargo, me parece que ni vosotras mismas sabéis lo que tenéis en la cabeza pues la bazofia feminista os está desquiciando por completo. Observad que al final son las enseñanzas machistas de Nick las que se confirman. Además me quedo con lo que dijo Oscar Wilde "A las mujeres hay que quererlas, no comprenderlas". De todos modos, para llegar a la conclusión de que debemos escucharlas no hace falta adquirir semejante don. Después de todo, la masculinidad también es sensibilidad.
Reaccionario
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