Pese a la alta puntuación que recibe "Encadenados" se trata de una obra menor dentro de la larga filmografía de Alfred Hitchcock. La historia que nos plantea se narra sin mucha convicción y con un exceso de precipitación. El enamoramiento, por ejemplo, es de una rapidez desesperante. Luego el desarrollo no ofrece muchas alegrías pues todo se cuenta de un modo en exceso simple, la intriga es prácticamente inexistente, ni tampoco hay momentos de tensión o que merezca la pena recordar. Luego la falta de imaginación te hace que por bastantes momentos te recuerde "Encadenados" a "Casablanca", "Rebeca", "Luz que agoniza" y hasta a "Psicosis", aunque evidentemente, sin la calidad, ni mucho menos, de las obras mencionadas.

Buena culpa del fiasco que supone esta cinta está en el intento de hacer un drama romántico cuando hemos planteado una de espionaje. Al final la historia de amor es insustancial y la intriga te llega a aburrir. Del mismo modo, salvo la espléndida Ingrid Bergman, por una cosa u otra, el resto no está a su altura. Respecto a Cary Grant, no sé, tal vez acostumbrado a sus comedias, me resulta fuera de lugar enfundado en el papel de un sesudo agente secreto. Y respecto a los malos, su retrato resulta a fuerza de simplista, casi grotesco.

Hablando sobre la relación Alicia y Devlin, admito que no me gusta un pelo. Primero porque ella se emboba sin ningún motivo. Y segundo porque Devlin demuestra ser un tonto de primera. Yo más de una vez animaba a que mandara a paseo a todos los agentes y en primer lugar a Devlin que primero la obliga a que espíe y luego se molesta porque lo hace y se lo echa en cara. A la postre el comportamiento de Alicia llega a lo que muchas veces califico de arrastrada, pues su posición ante su sosísimo galán es bastante humillante: se limita a encajar los desplantes e insultos de Devlin y perdonárselo todo, como si ella no pudiera más que esperar en la vida que alguien como Devlin se digne amarla.

Finalmente quizás lo único interesante de "Encadenados" sea la presencia de la muy bella Ingrind Bergman que aunque en un papel no muy acertado, nos regala una gran interpretación y una de las mejores presencias de la historia del cine.