Que vaya por delante que no soy en ningún caso fan del cine de terror. Me cuesta horrores decidirme a ver una película de este género, aunque al final si la película está bien lograda me entretiene como la que más. ¿Por qué me decidí a ver Hush? El poster que la promocionaba me convenció; una joven ojiplática esta, a la vista de lo que tiene detrás, en peligro. Se entrevé lo que parece, tras una careta de mimo portando un cuchillo de 20 centímetros de hoja bien afilada un individuo intenta robarle el protagonismo al personaje principal, una joven de inocencia purpurea que irradia bondad. Que es cine de terror, es un hecho evidente. Es así que Hush comienza como se espera.

¿Requisitos necesarios que tiene que tener, como mínimo, una película de terror? Estos son:

Uno, el malo. Un chiflado sicópata asesino sádico que de fe de su nivel de crueldad; pongamos por ejemplo, que apuñale 17 veces a una chica delante de la protagonista para acreditar pericialmente su capacidad sadismo sanguinario.

Dos, el personaje principal. Que la protagonista, una joven que no sabe lo que le viene encima, esté desamparada aislada y asediada. En el desamparo, que haya roto con su pareja para que en ningún caso se presente de improvisto en casa, que sus vecinos estén a 10 kilómetros de distancia, que se le inhabilite este salvavidas moderno que es la concesión a internet, cortándole la luz, y que el móvil, único medio de auxilio, se le haya sustraído previamente. En el aislamiento, la explicación se acorta, basta con una casa de campo pero que este en mitad del bosque, al final de ninguna parte. Y en el asedio, tan simple como no poder huir de la casa debido a que, el asesino sea portador de una ballesta que haría de la huida por patas una salida infructuosa. Por cierto, si la joven tiene un vehículo aparcado fuera, con pincharle una rueda bastaría.

Tres, la historia. Una razón para que el malo de la película, una persona “juiciosa sana y cabal”, se le dé por mancharlo todo de sangre. ¿Odio rabia o inquina hacia la protagonista por alguna razón? Pues va a ser que no. Este mal nacido parece que no hacia otra cosa que pasearse por el bosque y o, cosas del azar, se encuentra a una joven sola en casa.

Esto es Hush, una obviedad óptica, realizada a manos de un director experimentado en el género como lo acredita la filmografía de Mike Flanagan coguionista de la historia además, muestra los ingredientes básicos del género, sin recurrir a una construcción sólida que sujete la historia, lo basa todo en el giro final que termina dándole la joven protagonista. Escritora de novelas que trabaja en la remota paz del bosque ultimando los retoque finales de su próximo trabajo, dotar su nueva novela de un gran final. Algo hay en la historia que mueve a esperar hasta saber cuál va a ser el desenlace, quizás porque la joven en apuros genera empatía, no por ser muda, nadie habría de oír sus gritos, tal vez porque además es sorda, circunstancia sine qua non requerida para ubicar el lugar exacto donde el malévolo sicópata asesino sádico se encuentra. Esta es un historia simple y básica en el planteamiento, solo salen cuatro personajes en escena. Todo se basa en dotarla de un final distinto y poco predecible. Como la maldad no tiene prisa, mantener a la protagonista en un pánico escénico constante hasta prácticamente el último minuto es fundamental, no hay razón para matarla cuando se pude estar jugando al ratón y al gato una hora y cuarto.

Cuatro, crear un final. Sorprender, innovar, inventar un final original. No parece fácil cuando todo es excesivamente evidente. Al final en las historias de miedo la protagonista sobrevive a pesar de ser golpeada, vapuleada y machacada, y el malo muere gracias a un golpe de fortuna, en caso de no sudecer esto último siempre posibilita una continuación en el futuro. Si hay en Hush un momento de creatividad es cuando la novelista escoge su propio final.

Hush entretiene sin caer en la ridiculez aunque cueste creerlo, el mérito está en que apropósito se despoja del argumento, se desprende de un elenco amplio de actores, se desposee de efectos especiales innecesarios y se ejecuta con una sencillez tan manifiesta, desde la dirección, que consigue conservar la intriga en un frasco de cristal hasta el minuto final. Si tiene algo bueno esta película es que con muy poca cosa se puede entretener, al personal, un rato largo; Hush no tiene otra ambición.