Tenía curiosidad por saber cómo sería el "remake" norteamericano de la excelente película de Juan José Campanella. No está mal, pero no tiene la fuerza del original.

El argumento, a grandes rasgos, se mantiene igual, aunque hay algunas variaciones que no dejan de resultar interesantes. Por ejemplo, Jess Cob, personaje de Julia Roberts, asume un rol protagonista y dramático, que le implica doblemente en la acción. Los actores están muy bien, aunque sale claramente ganadora Julia Roberts, tan demacrada como sobrecogedora. Una gran interpretación.

El remake es eficaz y entretiene evocando más o menos el cine policiaco norteamericano y al justiciero que busca venganza cuando las demás puertas se cierran. Este hecho la aleja a mi modo de ver de la película de Campanella, mucho más local y atada a un periodo histórico, más contundente y más lograda en su intento de contar una pequeña historia que se vuelve universal. Además la historia de amor entre los personajes de Ricardo Darín y Soledad Villamil, aquí entre Chiwetel Ejiofor y Nicole Kidman, me resultó mucho más creíble. Las dosis de humor, gentileza del personaje de Guillermo Francella, eran un contrapunto necesario y aquí o bien desaparecen o no son aprovechadas como deberían. Las escenas (como la de la cancha de futbol) que te cortaban la respiración, aquí aparecen calcadas. Aún así, el material es bueno, está bien contado y bien interpretado y funciona.

En resumen, está bien, utiliza bien los recursos de su antecesora y añade otros (como el terrorismo) que le dan cierto empaque y un punto de visto diferente. Pienso que gustará más si no se ha visto "El secreto de sus ojos". Si se ha visto, se tiende a comparar y es imposible no acordarse de la primera.