Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
Voto de Polifonía:
7
Comedia En la cárcel Modelo de Valencia se va a celebrar el Día Internacional del Preso de Conciencia. Gentes de la política, la cultura y la farándula asistirán al acto y aprovecharán la ocasión para hacer lucrativos negocios. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2009
18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
L.G.Berlanga es un genio como Wilder, pero en esta película no logra el enganche genial que en sus obras acostumbra. Aun así, resulta interesante desde el mismísimo título "Todos a la cárcel", ya que desarrolla un filme crítico-cómico sobre lo que está ocurriendo actualmente en España, esta nación cuyos nuevos amos son los políticos (¿el pueblo soberano?, ja, ja, ja).

Las subidas de sueldos de los políticos en tiempos de crisis, los despilfarros del sector público, plasmados en los coches de lujo adquiridos por sátrapas territoriales, mesas que costaban tanto como un apartamento, obras suntuosas en las residencias del poder, vestuario y caprichos varios han proyectado hacia la ciudadanía la irresponsable imagen de un poder político arrogante, insensible y ajeno a la limpieza, que no merece representar a sus ciudadanos ni liderar una democracia que se autotitula "avanzada".

Pero todavía hay un capítulo en el que la ineptitud del primer ministro en España ha batido todos los records: el de la degeneración de la democracia. Está gobernando sin transparencia y sin verdad, amparado en lo opaco, convirtiéndose en maestro de lo turbio y lo borroso, adoptando medidas que hasta sus propios ministros desonocen; no ha respetado la separación de poderes, interviniendo con descaro en la Justicia y aplicando la ley "según convenga a la jugada"; ha invadido con sus políticos la sociedad civil y la ha maniatado y casi asfixiado, ocupando espacios que en democracia les están vetados a la clase política, como las cajas de ahorros, las universidades, la patronal, los sindicatos y muchas instituciones y empresas que deberían funcionar en libertad e independencia pero que el poder público ha logrado controlar, ya sea directamente, llenando sus mesas de consejo de cargos públicos o mediante subvenciones, concesiones y privilegios. La mayoría de los medios de comunicación, bajo su mandato, se han sometido al poder y han dejado de vigilar y fiscalizar a los poderes, como manda la democracia, dejando sólo al ciudadano frente al insaciable y depredador Estado.

Además tenemos un primer ministro representativo perfecto del Estado monstruoso y enfermo de obesidad mórbida que España ha creado, el Estado donde los políticos se han convertido en los absolutistas AMOS, integrado por 86.000 concejales casi 9.000 alcaldes, 19 Presidentes de Autonomías, casi 1.600 parlamentarios autonómicos, 350 diputados en Cortes, 300 Senadores, 200 parlamentarios en Estrasburgo, una Casa Real, 20 Ministros y una "horda" de funcionarios, asesores, enchufados y parásitos cifrada en casi tres millones y medio de personas, más del doble de lo que los expertos consideran necesario. Únicamente con el ahorro que consiguiera reduciendo ese aparato, podría acabarse con el hambre y la pobreza en España.

En realidad no habría cárceles para meterlos a todos si hubiera que llevarlos a la cárcel.
Polifonía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow