Media votos
3,4
Votos
11
Críticas
11
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Woker:
3
5,7
21.631
Fantástico. Thriller. Terror. Drama
Un lustro después de que una misteriosa presencia sobrenatural llevara al suicidio a una gran parte de la sociedad, una de las supervivientes, Malorie Hayes (Sandra Bullock), y sus dos hijos, buscan desesperadamente el modo de salvarse río abajo, en una pequeña barca, hacia un lugar seguro. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Híbrido de marca blanca cuya trama principal aúna varios conceptos originales que tanto dieron que hablar en su día como los de “A Quiet Place” y “The Happening” y de cómo habrían resultado si Krasinski y Shyamalan hubiesen acudido bajo un severo estado de embriaguez a sus respectivos rodajes que deteriorase su talento al filmarlas. Los presagios nunca fueron favorables pues con esta “A Ciegas” (que es una firme declaración de intenciones y la única forma de disfrutar de este apocalipsis de Hacendado) disponemos de otro título que añadir a la ya larga e infame lista de traducciones al español erróneas y poco apropiadas desde su versión original; si al cóctel de una idea prácticamente copy+pasteada de obras anteriores y muy superiores a ésta, le sumamos una cantidad de saltos en el tiempo que marearían al mismísimo Tarantino y ya como guinda le añadimos la típica dosis de diversidad cultural y empoderamiento femenino que Netflix inserta con calzador en sus producciones, nos quedaría este mejunje.
Desde la #MeToodología estamos sufriendo un incesable bombardeo de propaganda feminista en los medios, con especial hincapié en el cine donde priorizan transmitir su politizado punto de vista en detrimento de aprovechar el talento y el generoso presupuesto del que disponen para crear una nueva obra de culto. En esta ocasión, la directora de envidiable apellido Susanne Bier asume su papel de peona concienciada y desaprovecha una oportunidad de oro para dar el salto al estrellato internacional porque le pareció mejor limitarse a presentarnos una distopia que incluyera una aproximación atípica de la maternidad. Carencia total de cualquier atisbo de calidad o de simplemente algo que mereciese la pena rescatar de aquí, salvo aquel famoso desafío (bautizado como “Bird Box Challenge”) en el que numerosos energúmenos vendaban sus ojos mientras fregaban los platos o desatascaban el váter. Debe ser duro que la película más conocida de tu carrera únicamente será recordada para la posteridad como guarnición del infinito cajón desastre de YouTube.
Desde la #MeToodología estamos sufriendo un incesable bombardeo de propaganda feminista en los medios, con especial hincapié en el cine donde priorizan transmitir su politizado punto de vista en detrimento de aprovechar el talento y el generoso presupuesto del que disponen para crear una nueva obra de culto. En esta ocasión, la directora de envidiable apellido Susanne Bier asume su papel de peona concienciada y desaprovecha una oportunidad de oro para dar el salto al estrellato internacional porque le pareció mejor limitarse a presentarnos una distopia que incluyera una aproximación atípica de la maternidad. Carencia total de cualquier atisbo de calidad o de simplemente algo que mereciese la pena rescatar de aquí, salvo aquel famoso desafío (bautizado como “Bird Box Challenge”) en el que numerosos energúmenos vendaban sus ojos mientras fregaban los platos o desatascaban el váter. Debe ser duro que la película más conocida de tu carrera únicamente será recordada para la posteridad como guarnición del infinito cajón desastre de YouTube.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Wokédex:
- Al inicio de este pretencioso bodrio, la protagonista Malorie y Sarah Paulson (interpretándose a sí misma) ven por la tele cómo hay una inexplicable plaga de suicidios que se va extendiendo por toda Europa y Siberia. Lejos de preocupar a la protagonista, suelta el exquisito comentario de “Es en Rusia, así que no pasa nada”. ¿Esta es vuestra ídola, Netflix?
- Caso nº 23.581 en el que una #StrongWoman embarazada se jacta en múltiples ocasiones de lo independiente y autosuficiente que es y de la poca falta que le hace en su vida el cabrito de su ex.
- Para sorpresa de nadie, el caos llega a Sacramento más pronto que tarde y Malorie es rescatada de una muerte segura por otra mujer con debilidad por las preñadas y con poco aprecio por su propia vida #HermanaYoSíTeSalvo.
- Bienvenidos a la república independiente de la casa de un asiático homosexual que da cobijo a todo ser que pertenezca a una minoría; menos a John Malkovich, que es un viejo blanco carca que seguro que votó a Trump y no soltó ni una lágrima al ver a su esposa inmolarse de forma involuntaria.
- Dicen que el amor está en el aire, y aunque particularmente aquí puede que éste te induzca al suicidio, no es razón para privar a los supervivientes de formas esas parejas multirraciales que son tan marca de la casa Netflix.
- Según la película, las “criaturas de lo visual” que han provocado estos suicidios a escala mundial no tienen efecto en personas poseedoras de algún desequilibrio mental. Pese a ser una cinta en la que predomina la diversidad racial de sus personajes, se da la casualidad de que todos los psicópatas son varones blancos: el predicador pelirrojo del río, el pescadero ex-convicto del supermercado, el traidor que congela pájaros, etc.
- En antítesis al punto anterior, tenemos al buen afroamericano de Tom. Un novio protector, un padrastro ejemplar y un perfecto compañero durante el Día del Juicio Final. Para rematar (nunca mejor dicho), sacrifica su vida al más puro estilo Django, acribillando a balazos a un grupo de blancuchos opresores salvando así la vida de Malorie y sus hijos.
- Como colofón, entre que todos salen prácticamente ilesos (exceptuando un par de chapuzones de los niños) de la mortalmente peligrosa travesía por el río y el más que improbable hecho de que Malorie se encuentre con su ginecóloga en el santuario para ciegos, terminan por insultar la inteligencia del espectador. Porque no estaban conformes con la lobotomía progresista a la que te someten durante dos horas.
Moraleja de la historia: negro bueno, blanco malo
- Al inicio de este pretencioso bodrio, la protagonista Malorie y Sarah Paulson (interpretándose a sí misma) ven por la tele cómo hay una inexplicable plaga de suicidios que se va extendiendo por toda Europa y Siberia. Lejos de preocupar a la protagonista, suelta el exquisito comentario de “Es en Rusia, así que no pasa nada”. ¿Esta es vuestra ídola, Netflix?
- Caso nº 23.581 en el que una #StrongWoman embarazada se jacta en múltiples ocasiones de lo independiente y autosuficiente que es y de la poca falta que le hace en su vida el cabrito de su ex.
- Para sorpresa de nadie, el caos llega a Sacramento más pronto que tarde y Malorie es rescatada de una muerte segura por otra mujer con debilidad por las preñadas y con poco aprecio por su propia vida #HermanaYoSíTeSalvo.
- Bienvenidos a la república independiente de la casa de un asiático homosexual que da cobijo a todo ser que pertenezca a una minoría; menos a John Malkovich, que es un viejo blanco carca que seguro que votó a Trump y no soltó ni una lágrima al ver a su esposa inmolarse de forma involuntaria.
- Dicen que el amor está en el aire, y aunque particularmente aquí puede que éste te induzca al suicidio, no es razón para privar a los supervivientes de formas esas parejas multirraciales que son tan marca de la casa Netflix.
- Según la película, las “criaturas de lo visual” que han provocado estos suicidios a escala mundial no tienen efecto en personas poseedoras de algún desequilibrio mental. Pese a ser una cinta en la que predomina la diversidad racial de sus personajes, se da la casualidad de que todos los psicópatas son varones blancos: el predicador pelirrojo del río, el pescadero ex-convicto del supermercado, el traidor que congela pájaros, etc.
- En antítesis al punto anterior, tenemos al buen afroamericano de Tom. Un novio protector, un padrastro ejemplar y un perfecto compañero durante el Día del Juicio Final. Para rematar (nunca mejor dicho), sacrifica su vida al más puro estilo Django, acribillando a balazos a un grupo de blancuchos opresores salvando así la vida de Malorie y sus hijos.
- Como colofón, entre que todos salen prácticamente ilesos (exceptuando un par de chapuzones de los niños) de la mortalmente peligrosa travesía por el río y el más que improbable hecho de que Malorie se encuentre con su ginecóloga en el santuario para ciegos, terminan por insultar la inteligencia del espectador. Porque no estaban conformes con la lobotomía progresista a la que te someten durante dos horas.
Moraleja de la historia: negro bueno, blanco malo