Pos nada, aquí estoy de nuevo para daros el brasa, en mi última crítica sobre el pasmao del David Lynch. Le pedí a Antipseudo que me dejara hacer crítica de “Una Historia verdadera” la cual hubiese bordao al tratarse de un tema rural, y ser el protagonista aún más bruto que Aniceto “El Pocero”, el cual hizo un viajes parecido, por una apuesta, llevando una vaca a hombros desde nuestro pueblo a Villapotrancas que dista 300 Km. de nuestro pueblo, muriendo en el intento, la vaca, pues se le despeñó a escasos 10 Km. del objetivo al estornudar el Aniceto y caerse el animal rodando por una peña, fracturándose tres patas, astillándose los cuernos y desgarrándose, con perdón, dos ubres.

Lo que pasa es que el bestia del Antipseudo ya había hecho una atolondrada crítica sobre la peli en cuestión, y pese a ser la obra de un vacaburro quiere mantenerla.

Luego me ha tocao hacer la de carretera pedida (Como Remedios, la puta del pueblo), la cual carece de la emoción de la anteriormente expuesta, pues es dar más vueltas a la mente calenturienta del seño director, obsesionao con los celos, los asesinatos y los remordimientos.

Este filme tiene más interpretaciones que metros la faja de la gorda de la Antonia. Por una parte vemos a un hombre que ha asesinao a su costilla por ponerle la cornamenta, y no parece tenerlo muy claro, su cabezota no funciona y ve imágenes en la que van sucediendo los hechos, intentando reconstruir lo que no consigue recordar. Por otra parte se le ve en una trena imaginaría que no es otra cosa que sus remordimientos, y finalmente incluye un sujeto imaginario, algo así como un funcionario que curre, que se llama Pete, y que uno, en su ignorancia, supone que es una recreación que crea el protagonista de quién le gusta ser y no es.

Pero todo esto lo presenta el David de una forma un tanto rara y embarullá, ya saben que este hombre se cayó de la cuna de zagal y en todavía no ha levantado cabeza. Yo no sé si es onírico o gorrínico, pero terminas con la cabeza echando más humo que la fragua del tío Tomas. Bonico, muy bonico, pero coñe que uno es de pueblo, pobre, y se me achicharraron dos boinas durante la representación.

Como es mi última crítica le voy a dar un aprobao alto, más por lo alucinao que te quedas viendo el filme, que por convencimiento de un servidor, que no se crean ustedes que lo tengo ¡Ondia que complicao es el Lynch del carajo!