El Solomon este es uno de esos personajes dignos de entrar en ese elegido grupo de los personajes más cutrelais de la historia del cine.

Al principio es malo, malísimo, quizá demasiado malo para mi gusto, impagables los caretos de James Purefoy poniendo cara de mala leche. Luego se convierte bueno, buenísimo, rozando la gilipollez más absoluta, impagables las caras de James Purefoy poniendo cara angelical. Y finalmente ya no sé ni en que se convierte, pues no lo tengo muy claro, igual en una mezcla extraña entre bueno, malo y gilipollas, impagables las caras de James Purefoy poniendo a veces cara de bicho, otras de desamparado muchachuelo y otras de eso, pues de gil.

Encima el doblaje es de estos que llevan al descojone, cuando grita el personaje le sale una voz tan grave y machirula que te lleva a la carcajada, es un puntazo, gritos procedentes de lo más hondo del pecho llenos de sentimiento, que tío, vaya hombretón nuestro personaje.

La peli en si es de una intrascendencia absoluta, puedes dedicarte en la proyección a pensar en la novia, en la última juerga que te corriste o en cualquier cosa que te entretenga las neuronas, pues es de una previsibilidad absoluta, no suponiendo ningún esfuerzo imaginar lo que va a pasar en la escena siguiente, no fallas ni una vez.

En fin, gasto absurdo de dinero en busca de un simple divertimento de serie de televisión tipo “Hércules”, con los mismos cutre personajes y cutre situaciones.

Pecado mortal pagar en el cine por ver esta cosa, le meto un tres debido a que al menos entretenidilla es y que me hizo partirme de risa, cosa que no pretende el film, más de una vez