Chicho Ibáñez Serrador da un giro total a sus historias para no dormir con esta especie de biografía contada por una persona que no era muy afín, precisamente, al afamado escritor post-morten, Edgar Alan Poe.

Luis Peña interpreta a este vanidoso escritor, que, gozando de un buen puesto de trabajo, decide echar a volar por su cuenta, sin dejar amigos por el camino. Su afán por no tener un jefe directo, su confianza en su propia pluma, y sobre todo, la necesidad de dinero en su casa para salvar la vida de su mujer, afectada por una enfermedad pulmonar, lo mismo que a él, todo ello le lleva refugiarse en su pluma con cuentos y narraciones que no interesan y también en el alcohol, cuya mente se impregna de él y convierte su vida en un desasosiego continuo.

El peso del episodio, obviamente, lo lleva Luis Peña, que no lo hace mal, y los decorados, con ese clima tan negruzco, hacen del episodio que la vida que nos enseñan de este hombre sea realmente tétrica. Un 7.