Otra más de esa España oscura y desgarradora. Fiel reflejo de lo que era el caciquismo y todo el entramado que tejía y dominaba.
El bonachón de Antonio Ferrandis, no es aquí Chanquete sino el propio cacique, capaz de conseguir lo que quiere con un chasquido de dedos, o casi todo, porque lo que no puede se las arregla para que así sea de una u otra manera. Gran interpretación de Ferrandis.
El resto del reparto también está con la coherencia que exigía el guión. Juan Diego no aparece demasiado, aunque es esencial en el desarrollo de la misma, lo mismo que Rellán, ambos lo bordan porque, además, tienen que hablar en un acento que no es el suyo ni de cerca.
La película está muy bien ambientada, con buena fotografía, maquillaje y vestuario, sin embargo fue nominada para los Goya por el guión adaptado, y la verdad es que la historia es entretenida, aunque, al parecer, tiene poco que parecerse a la realidad. Le daría un 6,5.