J. J. Abrahams, fiel a su estilo, nos presenta una serie de hechos misteriosos antes de que podamos ver al extraterrestre que al final quedan vagamente explicados por la presencia de este. Me estoy refiriendo al momento en que los perros desaparecen corriendo en todas direcciones o el hecho de que el "monstruo" se haya montado una alacena bajo tierra y tenga colgada boca abajo a la gente del pueblo, cuando en otros momentos no tiene ningún inconveniente en destrozar sus cuerpos sin más.

Por otro lado, hay varios detalles llamativos:

- Una camionetilla choca contra un enorme tren de mercancías que transporta a un extraterrestre tremendamente peligroso (e importante para el gobierno) junto con millones de cubitos de rubik de una extraña aleación metálica y el resultado es un descarrilamiento espectacular con decenas de vagones volando por los aires y explotando por todas partes. Más tarde podemos ver que la camioneta ha sufrido algunos desperfectos en el lado del copiloto, pero el conductor está vivo todavía y sería posible incluso que se recuperase en el hospital. La ausencia de escolta sí cuadra ya que encaja con la ineptitud de un ejército que se ve burlado por un simple agente de policía de un pueblo de 10.000 habitantes.

- El extraterrestre, cada vez que aparece en pantalla, tiene un tamaño diferente. En la escena del autobús casi cabe por la puerta y, sin embargo, cuando está en las profundidades de su guarida su altura se multiplica siendo 10 o 15 veces la de cualquiera de los muchachos.

- La batalla final es muy espectacular, innegable. Hay muchos tanques, muchos soldados y vehículos militares pero...¿a dónde disparan? ¿Están probando en todas direcciones a ver si hay suerte? Si saben que el bicho es subterráneo, ¿por qué no lo buscan bajo tierra en lugar de disparar al aire?

- Por último, no puedo dejar de comentar lo convincente que es nuestro protagonista. Con apenas una frase puede hacer que un extraterrestre furioso por los maltratos y vejaciones sufridos durante años cambie de opinión y se vuelva a su planeta en minutos. Da la impresión de que si el chico le hubiera dicho "súbeme a tu lomo y llévame a México" la película hubiera acabado con todos los protagonistas hinchándose a fajitas y burritos entre un mar de risas.