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España España · Barcelona
Voto de David MS:
8
Intriga. Thriller. Drama Tom Welles es un detective privado que se mantiene dignamente ocupándose de resolver casos sencillos e irrelevantes. Pero, de repente, su vida cambia radicalmente cuando, durante la investigación de un caso en el que ha sido contratado por una rica viuda, queda atrapado dentro de un sórdido mundo de espeluznantes 'snuff-movies', películas en las que se filman torturas y asesinatos reales. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay muchas películas dentro del cine más comercial que traten sobre las snuff-movies -grabaciones caseras con un asesinato cometido de verdad-, tal vez las más conocidas sean la excelente Tesis (1996) de Alejandro Amenábar y Asesinato en 8mm (1999), un thriller de Joel Schumacher con guión de Andrew Kevin Walker (Se7en). Su reparto: Nicolas Cage, Joaquin Phoenix, Catherine Keener, James Gandolfini (1961-2013), Peter Stormare, Anthony Heald, Chris Bauer y Norman Reedus.

Una millonaria anciana (Myra Carter) que recién se ha quedado viuda abre la caja fuerte de su esposo, encontrando en su interior un rollo de película en Super 8, filmación de un asesinato cometido a una cría indefensa (Jenny Powell). A través de su abogado (Heald) se pone en contacto con el detective privado Tom Welles (Cage), con la intención de que investigue si el crimen se cometió de verdad. Welles acepta el caso y se mete en el mundillo de la pornografía extrema -con ayuda de un vendedor de un sex shop (Phoenix)-.

Nunca sé qué resultado me voy a encontrar cuando pongo una película del siempre comercial Joel Schumacher, producciones ejemplares como Jóvenes Ocultos, Un Día de Furia, Tigerland y Última Llamada, o desafortunadas propuestas como su díptico sobre Batman -Forever & Robin-, Nueve Días o la reciente Bajo Amenaza. Asesinato en 8mm a vistas del público es un film irregular, curiosamente para mí es su mejor película.

Me lo parece por varios motivos, el principal es la minuciosa investigación que da lugar los dos primeros actos de la película, como el personaje de Welles desenmaraña un caso ciertamente complicado con apenas un par de detalles que investigar -la cara de la chica, el rollo de cinta-, llevándole a una investigación creíble por rutinaria, pero atractiva de cara a saber qué chanchullo se encuentra tras todo ello. Notable la transformación mental del protagonista, la sumersión en este mundillo sobre imágenes de violencia extrema poco a poco le degrada mentalmente hasta poner en peligro su salud mental y su matrimonio (Keener), -más tras conocer el vacuo leitmotiv de los crímenes-.

Gran trabajo de Nicolas Cage -quién le ha visto y quién le ve- y buena comunión con un Joaquin Phoenix que empezaba a despuntar. Una puesta en escena dentro del thriller noventero de temas morbosos -a lo Se7en-, llevándonos de ruta por tugurios de sadomaso, porno duro y rodajes underground. Todo ello con una fotografía que acentúa estos elementos, y la ecléctica banda sonora de influencias indias compuesta por Mychael Danna, ganador del Oscar por La Vida de Pi (2012).

El aspecto que hace que Asesinato en 8mm no me parezca del todo redonda forma parte de avanzado el tercer acto, cine reaccionario de venganza a lo Charles Bronson, dejando de lado lo sugerente que había sido la película hasta entonces para darle lo merecido a los malos. El final que al fin y al cabo debía tener y el que muchos esperaban, aunque veinte minutos antes hay un momento climático que hubiera sido mucho mejor como cierre.
David MS
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