Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de David MS:
8
Terror. Ciencia ficción. Drama En una América post-apocalíptica en la que una misteriosa plaga convierte a la gente en vampiros, un chico huérfano (Connor Paolo) y un veterano cazador de vampiros (Nick Damici) emprenderán una dramática ruta hacia el norte, en Canadá, en busca de tierras ajenas a la enfermedad y a la locura. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2012
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda película dirigida por el desconocido Jim Mickle, que como suele ser habitual ha tenido una distribución tardía en España. Una auténtica lástima, porque Stake Land es la mejor película de género en mucho tiempo, hace que a partir de ahora espere el siguiente proyecto de su director con mucho interés.

Stake Land trata la historia de un grupo de supervivientes a un apocalipsis vampiro en su viaje por encontrar las tierras de Nueva Edén, donde se está reconstruyendo el mundo tal y como era antes, aunque en su camino hacia el norte tendrán que superar el ataque no solo de los vampiros, sino de miembros de una secta que creen que los chupasangres han sido enviados por Dios para limpiar el mundo de la escoria humana.

The Road + The Walking Dead (el cómic), esos son los ecos que deja el visionado de Stake Land. Película que combina de igual manera tanto momentos dramáticos como terroríficos (al igual que los dos ejemplos mencionados). No se puede decir que el guión escrito por Jim Mickle (su director) y Nick Damici (su protagonista) sea el colmo de la originalidad, pero sí que hace un retrato bastante certero de unos personajes supervivientes en una sociedad que se ha vuelto decadente, donde el peligro acecha en cualquier esquina. Como no solo de la caracterización viven las películas (y menos en una de terror) no faltan en Stake Land momentos terroríficos bien solventados por la habilidad de Jim Mickle para rodar escenas de acción y violencia (el vampiro comiéndose al bebé en el excelente prólogo), encontramos el plus además, que es una película donde la vida de ningún personaje está a salvo. No sabemos quién va a salir vivo hasta que no vemos los créditos finales.

Hay otros tres aspectos que no pueden ser olvidados, empezando por la dirección artística de Michael Ahern y Beck Underwood, que con un presupuesto ajustado consiguen hacer de cada escenario un lugar apocalíptico y desolado. A la escenografía ayuda la música de Jeff Grace (El Señor de los Anillos) que se marca una banda sonora de impecable factura (los temas a piano). Por último, como suele ser habitual en la clase de film que tratamos, el maquillaje y los efectos especiales de los vampiros, perfectos (gracias a dios más en la linea de 30 Días de Oscuridad que de Crepúsculo).

En el reparto un desconocido Nick Damici al frente, en plan anti-héroe cazavampiros, al que deberían lloverle las ofertas después del papelón que se marca (ya quisiera el James Woods del Vampiros de John Carpenter), le secundan un prometedor Connor Paolo, una habitual del cine de terror como Danielle Harris (la mejor actriz del Halloween 2 de Rob Zombie como ya dije) y una recuperada para el cine Kelly McGillis (Top Gun, Acusados) en otro rol meritorio.

Jode ver como bazofias como toda la saga Resident Evil, Destino Final, Paranormal Activity (entre muchas otras) encuentran distribución fácilmente en España y sin embargo, la que es posiblemente la mejor película de terror del pasado 2010 se quede casi en dique seco sin que podamos visionarla ni en cine ni DVD. Una película que hubiera encajado entre el mejor cine del Carpenter de los 80.
David MS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow