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España España · Sevilla
Voto de Seldon:
7
Serie de TV. Drama Serie de TV (2011). 8 episodios. Primera serie de producción propia de Canal+, basada en la novela homónima de Rafael Chirbes. En los años 90, un constructor sin escrúpulos (Pepe Sancho), que ha amasado una gran fortuna con empresas agrícolas, se dedica a hacer negocios en el litoral español. Tras la muerte de su hermano, crea un gran entramado empresarial y urbanístico que lo convierte en el hombre más poderoso de Misent, una ciudad ... [+]
11 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy rara vez las series de TV españolas están a la altura de las series extranjeras, sobre todo británicas y americanas, especialmente las de los de canales “especializados” o de pago. Fundamentalmente creo que es porque se limitan a copiarlas: comedias familiares, comedias de situación, o ahora que les ha dado la moda de series “históricas”. Y cuando no las copian casi es peor…

Crematorio debe ser la excepción que confirma la regla y confieso que me dejó gratamente impresionado.

Cuenta la historia del clan Bertomeu, (con Rubén, ahora convertido en su patriarca, al frente) una familia valenciana en un ficticio municipio costero llamado Misent. Rubén dejó atrás los negocios tradicionales de su familia (que poseía fincas agrícolas) y se lanzó, con éxito, a amasar dinero a espuertas metiéndose en los negocios de la construcción. Ahora Rubén es un empresario rico y un hombre poderoso, temido e influyente, lo que pasa su ascenso no siempre se ha producido utilizando métodos “legales”. Real como la vida misma ¿verdad?


El peso de la serie recae casi por completo en José Sancho, quien de vida magistralmente a Rubén Bertomeu. La serie arranca en el presente, cuando su hermano acaba de fallecer, pero a través de flasbacks nos va contando no sólo los problemas que tiene ahora, sino como se produjo su ascenso desde principios de los 80, cuando Rubén, en contra de la opinión de su hermano y su madre, decide que el progreso no pasa por seguir explotando las fincas agrícolas de su familia, y decide embarcarse primero en negocios hoteleros y luego en inmobiliarios.

Por el camino, se ha asociado con mafias extranjeras, ha sobornado a políticos, ha comprado a abogados, ha puesto en su puesto a alcaldes y concejales,... y todo lo que ya os podéis imaginar en la España de la cultura del pelotazo de finales de los años 80.

Ahora Rubén, ya viudo, tiene una hija ya madura, Alicia (interpretada por Alicia Borrachero) que está casada y regenta una galería de arte. Aunque Alicia ha vivido nominalmente al margen de los negocios sucios de su padre, tampoco es que haya hecho muchas preguntas ni haya puesto muchas objeciones a de donde venía el dinero que le permitía llevar una fácil y acomodada.

Aunque quiere a su padre, también está bastante enfadada con él porque este se ha echado una novia, Mónica una antigua azafata de congresos de la que primero se encaprichó y luego se enamoró, que es mucho más joven que él y también que Alicia. Mónica no pertenece a ese mundillo de dinero y a esa sociedad en la que se mueve la familia, por que se siente desplazada y con razón, porque Alica desprecia a su madrastra.

Por si fuera poco, aunque Alicia está casada, se lía con un joven pintor, y tiene una hija díscola y vividora, Miriam, que acaba de volver de Londres donde vivía y estudiaba en una carísima universidad a costa del dinero de su abuelo.

Al margen de su complicada vida familiar, Rubén empieza a tener también problemas en los negocios, cuando pretende sacar adelante un proyecto de recalificación en la costa para construir un complejo hotelero, y a raíz de un incidente fortuito, la policía y los juzgados empiezan a investigar sus turbios negocios, lo que levanta los recelos de sus socios de toda la vida (Collado, que se empieza a sentir traicionado por su jefe) y de los nuevos (en particular Traian, un mafioso ruso).

Una de las grandes bazas de la serie es que cuenta una historia completamente cerrada. Son sólo 8 capítulos de una hora de duración, no hay segundas temporadas, ni alargamientos innecesarios de la trama, lo cual se agradece bastante. Supongo que esto se debe a que es una adaptación de una novela (que no he leído), también del mismo título, de un tal Rafael Chirles. La novela es reciente (del 2007) así que no es raro que trate el tema de la especulación inmobiliaria, y además su autor es valenciano, así que tampoco es raro, aunque si que resulta irónico, que precisamente sitúe la acción en la comunidad valenciana.

En definitiva, una de las mejores series españolas que he visto nunca, y con pocas cosas que envidiarles a algunas de la HBO, la AMC, Showtime y demás…

Más en http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2013/01/crematorio-poco-que-envidiar-las-series.html
Seldon
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