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Crematorio (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama Serie de TV (2011). 8 episodios. Primera serie de producción propia de Canal+, basada en la novela homónima de Rafael Chirbes. En los años 90, un constructor sin escrúpulos (Pepe Sancho), que ha amasado una gran fortuna con empresas agrícolas, se dedica a hacer negocios en el litoral español. Tras la muerte de su hermano, crea un gran entramado empresarial y urbanístico que lo convierte en el hombre más poderoso de Misent, una ciudad ... [+]
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Críticas 73
Críticas ordenadas por utilidad
26 de abril de 2011
93 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de finalizar la serie ya puedo hacer la crítica de esta joya de la ficción española (no entiendo a los que hacen una crítica sin haberla visto entera, ya que no se pueden valorar un par de episodios). Una serie impresionante sobre un tema que por desgracia ha sido noticia en el devenir político y económico de nuestro país, sobretodo en los últimos años.

Un magistral Pepe Sancho (para mi el mejor actor nacional), interpreta a Rubén Bertomeu, un constructor que ha hecho fortuna aliandóse con políticos, mafias y chantajeando al primero que pasara por su lado. Pero un buen día en que todo se derrumba, y todos sus chanchullos salen a la luz, toca luchar para no caer en prisión. Junto a Rubén, están su abogado Emilio (gran Pau Durà), su hombre de cnfianza Sarcós (excelente como siempre Vicente Romero), su hija (Alicia Borrachero), su nieta (una sabrosa Aura Garrido), y su novia treinta años más joven que él (la colombiana Juana Acosta). Entre otros personajes secundarios encontramos a Manuel Morón como un concejal corrupto, a un líder de la mafia rusa, al amante de la hija de Bertomeu (Alfonso Bassave), o al marido de ésta (Chisco Amado). Todo ello encuadrado en un pueblo ficticio del Mediterráneo (Misent).

La serie nos engancha desde el muinuto uno, ya que el magnetismo del personaje principal es tan grande, que es imposible desengancharse. Además, la factura de la serie es sensacional, a años luz de la de cualquier serie española que se precie, y el guión es sublime (no apto para el público que sigue otras series españolas), pero si apto para al gente que huímos de ellas, ya que por fin tenemos algo que dignifica la indústria. Y eso hay que agradecerselo a Canal +, que nos ha hecho ver com esta y con la memorable 'Qué fue de Jorge Sanz?', que otra tele es posible. Espero que se prodiguen más en esto de hacer series.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chackson5
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7 de marzo de 2011
94 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que es lo mejor que se puede decir de una serie española y de cualquier otra con un solo capítulo visto: Que parece o se acerca al estándar HBO.
Exagerado, puede, solo he visionado un capítulo, pero la producción, el guión adaptado, los actores, la ambientación (parece mentira que con lo rico que es este país nadie le hubiera sacado partido en la tele) y la fotografía son de gran nivel.
Bertomeu es el paradigma de lo que ha sido este país los últimos años.Un Roca marbellí, un sandokán cordobés, a eso habría que unirle lo que esta sociedad no está preparada para aceptar, el hecho de que los partidos no importan, que solo manda el dinero y que cuando superemos el bache mandará el de siempre, el de verde y con retrato.Por cierto, Sancho esta inmenso, y algunos secundarios prometen darle muy buen empaque a la serie.

Lo que mas me ha impresionado por momentos es la solidez del entorno, de las actuaciones, de lo que insinúa y no enseña.
Su mayor reto es mantener el nivel, pero su director y sus guionistas se declaran admiradores de Los soprano y The wire. Y eso es ya de por sí motivo para darle una oportunidad y bien gorda.
Hasta la canción de la serie y la entradilla atrae.Escuchad la letra para salir de dudas.

Ha llegado la serie española a la que darle de verdad una oportunidad, ojala.

Por ahora tiene mi fe y mi primera crítica a una serie española, y……..odio las producciones españolas.Me he vuelto loco, no. Esta vez sí, lo que nos venden merece el abono.
Lo malo, que es en el plus y la mayoría no lo verá, aunque no seré yo quien les diga cómo y donde disfrutar de ella.
Sin embargo, para ser española y de calidad merece ser pagada.

La tv española la necesita.
PENJAMO
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4 de junio de 2011
54 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Los ricos nunca pueden ser demasiados. Si muchos tienen mucho dinero el dinero pierde valor, ya no es útil. Es así de sencillo. Hace tiempo que se acabó la gran comilona. Eso de comérselo todo muy deprisa antes de que te lo quiten del plato. Ahora ha llegado el momento de la moral pública. Cuando uno se civiliza hay que aprender nuevas cosas: a servir el banquete, elegir las etiquetas de los vinos, saber manejar los cubiertos…»

“Crematorio”, la nueva producción de Canal+, ha supuesto un fuerte golpe de calidad y dejando claras las intenciones. Basada en la novela homónima de Rafael Chirbes la realidad muchas veces supera a la ficción y casi todo aquello que vemos plasmado en la serie dirigida por Jorge Sánchez-Cabezudo son trazos del presente mediático y político que ennegrece nuestro país. Alguien en este país aspira, por fin, a hacer series de calidad donde el guión, dirección y actores suponen valientes pilares de un gran edificio que hace demasiado tiempo no habíamos visto bajo nuestra bandera.

Rubén Bertomeu es un constructor que ha tejido una trama de corrupción a nivel político y empresarial sin ninguna clase de escrúpulos. Ese comienzo se marca en el transporte de cadáveres desde el tanatorio que iban a ser incinerados como parte de un fraude. Los muertos han dejado de valer para ser negocio. Y esa falta de respeto hacía temas aparentemente sagrados como mercado hace poner el nivel mínimo de lo que vamos a ver. Si no existe ninguna decencia no la veremos en otros temas menos execrables: prostitución, mafias rusas, sicarios, cocaína o entramados de corrupción política.
La muerte de Matías Bertomeu es el motor dramático de la serie que se aloja en Misent, tan ficticio como real y palpable. Lo conocemos porque en un país de corrupción monopolizado por la información que atañe y compromete directamente a los partidos mayoritarios nacionales.

“Crematorio”, compuesta de ocho episodios, no parece una serie americana aunque sí se detecta cierta vocación por cimentar un buen guión y disponer de calidad a la servicio del espectador. Tal vez no me entre ni me encaje en tema de Loquillo en los títulos de crédito, elegido más por la letra que por su coherencia musical con la serie. La luminosidad de la fotografía por el entorno hace palidecer a los personajes. Esa aparente frialdad resulta perfecta para manifestar ese tanatorio que se ha convertido su vida. Personajes que son familia pero parecen tan distantes como gélidos. Apuesta personal de una liturgia que conlleva a una reunión de los personajes sobre el cadáver de un personaje y a evocar en recuerdos, mediante flashback, como recurso continuado.
«Quiero más» es el canto de la gran comilona del devorador. Otros comen vidas y dinero… y otros deseamos devorar de nuevo y otra vez esta serie de la que un bastardo glotón como servidor no puede pedir nada más.
Maldito Bastardo
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20 de junio de 2011
37 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leyendo críticas de "Crematorio" sólo puede llegarse a una conclusión y es que la audiencia de la serie es la misma que la del cine patrio, una cargada de prejuicios hacia la producción nacional que cuando topan con algo bueno, se escudan en el recurrente tópico “para ser española…”. "Crematorio" podría ser turca y no habría cambiado nada, más allá de que ninguno de los presentes la habríamos visto; pero es española. Y lo de “para ser española…” es casi un insulto porque su calidad es universal, aunque ni mucho menos equiparable a la de las verdaderamente buenas series americanas o británicas, que van varios pasos por delante de nosotros. Tampoco tengo la impresión de que sus responsables lo intenten: se limitan, y bien que hacen, a hacer una serie con conciencia, de calidad y que en el contexto en el que se desarrolla, en el país en el que ha sido ejecutada, funciona gracias a una precisión de cirujano llamado Rafael Chirbes, cuya novela ha servido como base al fantástico realizador Jorge Sánchez-Cabezudo.

Sí, no suena tan bien como Martin Scorsese ni “Crematorio” es un nombre tan pegadizo como “Boardwalk Empire”, pero de algún modo ambas tratan sobre lo mismo: la corrupción -en diferentes tiempos- y la forma en que se puede pasar de lo más alto a lo más bajo si se realizan malas jugadas. La obra de la HBO es claramente superior a la presente pero seamos honestos, “para ser española… Crematorio” es fantástica y se beneficia de un carácter tan fuerte como el de Pepe Sancho, que “para ser español” interpreta a su Rubén Bertomeu con suficiente fuerza como para ser recordado. El resto del reparto son rostros populares de la televisión y el cine español pero por algún motivo aquí interpretan y no hacen el ridículo, salvo en casos excepcionales (como el gran Vicente Romero, que siempre se gana el sueldo); quizá se deba a la habilidad de Cabezudo para moverles o sencillamente se trate de un milagro promovido por un intento de crear una obra de calidad real. Nunca lo sabremos.

La única certeza que tenemos es que tras ocho episodios, “Crematorio” se ha convertido en una de las mejores series del año, porque “para ser española” ha sido capaz de contarnos una buena historia, presentarnos a personajes deleznables moralmente pero que en el fondo aceptamos como seres humanos que sienten y padecen; por humanizar a la bestia. La dirección de Cabezudo es, como en su fantástica “La noche de los girasoles”, perfecta. También el guión está escrito con habilidad y prácticamente no hay nada dejado al azar: abre y cierra con contundencia. Así que terminando: “para ser española”, “Crematorio” merece mucho la pena y comparando con el resto de la ficción nacional, sí, esto es calidad HBO; ahora que abriendo las miras y tomando como referencia el panorama internacional de series, tampoco llega a tanto, lo cual no quita que “para ser española” el viaje hacia Costa Azul (con parada final en Misent) merezca la pena durante sus casi ocho horas de duración.
Caith_Sith
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11 de marzo de 2011
30 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más de 20 años de historia de la televisión de pago han tenido que pasar en nuestro país para que su buque insignia, Canal+, se lance de una vez por todas a la ficción propia. La cadena comenzó su nueva andadura con un tímido paso en forma de parodia documental, una ¿Qué fue de Jorge Sanz? sin apenas repercusión, para dar ahora una enorme zancada con la serie Crematorio. La crítica la ha acogido, desde mucho antes de su estreno, con los brazos abiertos. El público, tras ver el piloto, se ha sumado a las alabanzas. ¿Opiniones constructivas o reacciones miméticas?

Es como mínimo aventurado situar a Crematorio en lo más alto de la ficción española tras ver el primer episodio. La mayoría de críticos que la han encumbrado a categoría de obra maestra, con acceso a varios capítulos, han podido tener una visión más amplia de la serie. Sin embargo, los que únicamente hemos visto el piloto no contamos con los elementos suficientes para valorar la totalidad de este nuevo y ambicioso proyecto. Probablemente porque sus responsables han preferido no mostrar todas sus cartas en la tarjeta de presentación.

Lo que sí se desprende de este primer contacto con Crematorio es su voluntad de seguir la estela de la televisión por cable estadounidense. No es de extrañar que muchos hayan visto en esta iniciativa de Canal+ una voluntad de emular a la HBO. El planteamiento de la corrupción urbanística como uno de los principales problemas en España se asemeja demasiado al de las drogas en Estados Unidos que radiografió en su momento The wire. La humanización de Rubén Bertomeu, el protagonista sin escrúpulos pero a su vez cercano, recuerda mucho más que vagamente a la figura de Tony Soprano. Por no mencionar los homenajes directos a True blood en la cabecera.

Sin embargo, parece que tendremos que esperar a los siguientes capítulos para comprobar la anunciadísima calidad de la serie. Esta primera toma de contacto, de tan prometedora, finalmente ha resultado fría, aséptica y de bajo impacto. Intuimos que la trama puede ir a mejor, pero sólo lo intuimos por el entusiasmo previo a su emisión. Sabíamos que Pepe Sancho era una elección acertada y, efectivamente, el actor aprovecha al máximo este bombón de personaje. Le auguramos grandes momentos, como al resto de secundarios de lujo. Sólo lo auguramos. Porque todo está en el aire. Crematorio, de momento, es sólo una promesa y ahora ha llegado el momento de cumplirla.
polvidal
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