Quedé algo decepcionado con la cuarta entrega de esta saga. Pienso que la puesta de largo de esta última aventura del Dr. Jones esconde un latente deseo por exprimir un limón, que ciertamente estaba ya manido por el paso de los años. Es menos enigmática, se abusa de lo cómico, incluso los gags entorpecen la historia, y sobre todo es demasiado fantástica, hasta el punto de pasar de la sonrisa al desánimo. Está bien trabajada en cuanto a los efectos especiales, coherente con los tiempos en que ha sido rodada, aunque en ocasiones es pretenciosa.

Al menos se sustenta en otra leyenda antigua, de esas que nadie cree, pero que parece estar hecha a la medida para conformar la trama de una película de Indy. Concluyo afirmando que se trata de una cinta que movilizará a los nostálgicos pero irritará a los seguidores más críticos.