Keanu Reeves hizo toda una declaración de intenciones en 2014 cuando demostró que no hacía falta apellidarte Stallone, Willis, Schwarzenegger, Statham o apodarte 'La roca' para que un gran filme de acción aparezca (recordemos que el propio Keanu ya hizo sus pinitos buenos en los años 90 como ya dije en mi comentario sobre 'John Wick', así que no es del todo inexperto en el género).

Keanu Reeves en 2017 sigue manteniendo su idea con más argumentos si cabe.

De nuevo, las virtudes de esta secuela vienen a ser las mismas que tuvo su antecesora: coreografías de lujo, un guión que cuando no están dandose tiros, mantiene una calma tensa que ayuda a seguir alerta, el buen hacer de los secundarios y, evidentemente, el curro de Keanu haciendo suyo el personaje. No hay más John Wick que él.

Pero cuando parecía que la película iba por los mismos derroteros sencillos de la primera, ¡sorpresa! Resulta que no solo se han trabajado las escenas de acción, sino el guión, haciendo el más difícil todavía; desde luego que así se hacen las secuelas.

Y ya veremos que son capaces de inventarse para la tercera parte. Una fecha marcada en rojo la de su estreno.

Nota real: 8.5