Sin Dan O'Bannon en la dirección ni en el guion para repetir en esta segunda parte, se le encomendó a Ken Wiederhorn, que no es que tenga una filmografía desecha de virtudes, el mando de la continuación. Una continuación que no parecía tener sentido viendo el final de la primera, aunque realmente sí puesto que no dejaba del todo cerrado aquel primer encuentro con los zombis.

No tener a O'Bannon se nota ya que no disponer de alguien que su mejor nivel puede estar por encima de la media siempre será un obstáculo, si bien su ausencia apenas se nota porque para la segunda parte van a seguir el camino abierto por 'El regreso de los muertos vivientes', tanto en lo bueno como en lo malo.

James Karen y Thom Matthews, quienes ya aparecieron en la cinta original interpretando a otros personajes, vuelven para esta secuela manteniendo una conexión al que se le hará referencia de forma cómica durante una de las escenas. Junto a ellos tenemos a nuevos personajes que tendrán que pasar las de caín para salir airosos de otra invasión zombi en el que destacaría a Jesse Wilson (Michael Kenworthy) y a Doc Mandel (Philip Burns) como los personajes más destacables de la función, uno por su astucia y otro por sus momentos cómicos.

Como ya dije, la ausencia de O'Bannon es notoria y le falta algo de esa mala baba con su crítica a la presidencia de Ronald Reagan que impregnaba el libreto de la cinta predecesora. Esta secuela no deja de ser una especie de expansión en el que no hay espacio para nada nuevo; no obstante, más que copiar lo ya hecho lo reciclan a su manera con un resultado que pasa la prueba del algodón y que incumple aquello de "segundas partes nunca son buenas". Bien es verdad que no es una obra maestra, mas se mantiene con cierta dificultad en el nivel que dejó el filme de 1985 y con eso ya la película cumple de sobra.

5.7