Alejandro González Iñárritu puso con 'Amores Perros' su primera pica en el mundo del cine que hoy le ha dado 2 Oscar a Mejor Director y 1 Globo de Oro en la misma categoría, entre otros premios, y ganar el prestigio internacional. Vamos, que no creo que se arrepienta de haberse metido a cineasta.

Claro que no siempre confluyen películas famosas y criterio propio, pues ahí habrá listas de "películas famosas que a mí no me gustan un pimiento", y con razón, ya que el cine es como cualquier arte, subjetivo. En esta ocasión, los caminos confluyen; si bien no del todo.

Es más que obvio que este debut de Iñárritu tiene cosas a destacar. Para empezar su reparto realiza un trabajo bastante encomiable, destacando en concreto a Gael García Bernal y a Emilio Echevarría, cada uno en un registro distinto con la intensidad dramática como elemento común.

Una intensidad dramática que brilla en cada una de las tres historias que componen el filme donde destacaría los relatos protagonizados por los dos actores destacados párrafo atrás. El tramo de Goya Toledo (en un buen papel también, aunque un peldaño por debajo) es también intenso, pero quizás el compartir menos conexiones directas con las otras dos narraciones le quite algo de fuerza.

Una cinta muy conseguida de historias cruzadas del que tienen sus significados ocultos (o los significados que uno mismo saque) tan atractivos de encontrar, pero que no consigue hacer que caiga rendido debido al menor nivel de la historia intermedia y que se siente un poco pesada. El balance, aún así, es satisfactorio.