Un Clint Eastwood convertido en estrella gracias a las cintas de Sergio Leone, y un Richard Burton que es considerado una leyenda. ¿Que podría salir mal?

Pero, sí, sale mal, o, mejor dicho, no es lo que podría haber sido. Y es que pocas veces en los últimos tiempos he visto una película más plana que esta. Si no fuera porque Richard Burton levanta él solo la función (Clint Eastwood parece un mero figurante, su personaje lo podría haber hecho hasta el Keanu Reeves de 'Drácula, de Bram Stoker'), algunas escenas que explotan el drama de manera resultona y la banda sonora que suena de lujo, estaría hablando de un rotundo suspenso.

A pesar de ello, la película funciona dignamente; si bien es cierto que le sobra unos 20-30 minutos, al menos he superado el reto de intentar no aburrirme con lo que estaba viendo, que no está mal, pero, sin embargo, no es ni de lejos para aplaudir. Es más, si no fuera por los nombres de Burton y Eastwood este podría ser perfectamente un telefilme de los de Antena 3 de los fines de semana. En este caso es un telefilm de lujo.

Si preguntara por que obras se recuerdan a Clint Eastwood o a Richard Burton, seguro que por esta no.

Nota real: 5.5