No había bastante con aquel bajón que supuso 'Superman II. La aventura continúa' con el cambio en director en plena producción que supuso el desencanto de los mismos actores (el mismo Gene Hackman no volvió a rodar nuevas escenas por respeto a Richard Donner) y el abandono de John Williams de cuya autoría es responsable uno de los temas principales más reconocibles del género de superhéores de la historia del cine. No, incluso se atrevieron a rodar una tercera parte con el mismo director.

Contar con un mismo director durante todo el rodaje podría dar a pensar que la producción iba a suceder con menos problemas y la película iba a ser mejor que la segunda entrega...pues no, es hasta peor. Al menos en la segunda parte estaban el General Zod y sus acólitos que eran personajes serios -cuando el guion les dejaba serlo- y eran actores bastante competentes para sus personajes. Aquí tenemos a Richard Pryor y a Robert Vaughn que intimidan entre 0 y -1.

Antes de querer saltar del piso más alto es verdad que la cinta empezó con buen pie empezando directamente con Gus Gorman (Pryor) con problemas para encontrar empleo. Pensé "tiene problemas para encontrar empleo y ser un buen ciudadano, así que se verá forzado al camino del mal" y me pareció una buena idea que podría funcionar para una cinta ligera como esta; pero sin pasar mucho más de media hora ese interesante punto de salida se va tragado por el váter cuando entra en escena Ross Webster (Vaughn), un villano de segunda categoría con secuaces de segunda categoría, si bien la rubia tonta tenía su punto de gracia seguía siendo de segunda categoría.

Con una simplificación de ideas 'Superman III' podría haber funcionado. Solamente con Gus Gorman y una idea de una codicia cada vez más extrema y más autodestructiva y dejando toda la subtrama de Lana Lang pienso que este filme sería mejor de lo que me toca escribir en estos momentos en los que he aguantado mala comedia y villanos sin chispa durante dos horas.

...Y me queda Superman IV, el Superman de la Cannon. La cosa cada vez promete más.